Roger Goodel, comisionado de la liga, añadió en un comunicado que la asistencia durante el partido del 7 de febrero se limitará a esos trabajadores y a unos 14 mil 500 fanáticos. El Raymond James Stadium, casa de los Tampa Bay Buccaneers, tiene una capacidad de casi 66 mil 000 espectadores, de acuerdo con su sitio Web.
La mayoría de los trabajadores de salud que recibirán los boletos gratuitos trabajan en el área de Tampa Bay y en el centro de la Florida, explicó Goodell. Sin embargo, añadió que los 32 equipos de la NFL elegirán a algunos trabajadores de sus ciudades para que asistan al encuentro.
Estos dedicados trabajadores de salud siguen arriesgando sus propias vidas para salvar las de otros, y les debemos nuestra gratitud”, dijo Goodell. “Esperamos que, al menos en una pequeña medida, esta iniciativa inspire a nuestro país y reconozca a estos auténticos héroes estadounidenses”.
Goodell explicó que, en ocasión del partido, habrá también “una gran variedad de momentos especiales” para honrar a los trabajadores de salud, tanto en el estadio como a través de la transmisión por CBS.
Jane Castor, alcaldesa de Tampa, dijo que la decisión de la NFL constituye la forma perfecta de honrar a los trabajadores de salud en un evento tan difundido.
Nuestro país ha soportado mucho durante el último año, y no podemos perder de vista a quienes han trabajado día tras día para mantenernos seguros”, dijo Castor en el comunicado de la NFL.
Como en los otros partidos de esta temporada en la NFL, se impondrá en el Super Bowl el uso obligatorio de mascarillas. Será necesario respetar también medidas de distanciamiento, no se podrá tener contacto con la gente en las tiendas y restaurantes, y se establecerán puestos de control en la entrada y la salida.
Hasta ahora, alrededor de 1,2 millones de espectadores han asistido a partidos de la liga, durante la campaña regular y los playoffs, dijo Goodell.