No han pasado más de dos años desde que se pronosticaba que el IoT (Internet of Things) tendría un papel relevante en nuestro día a día, al grado de prevenir que para este año contaríamos con 20 billones de dispositivos conectados. Por lo tanto, la generación de datos aumentaría a tal magnitud que, hoy en día, se administran 9 zettabytes totales que se ven reflejados en equipos.
Esta es una cantidad de información que la humanidad nunca había manejado y la expectativa es que siga creciendo aproximadamente un 23% cada año.
La resiliencia del ser humano se vuelve a poner a prueba. La forma de trabajar ha dado un giro radical. Sin duda, estamos ante una etapa de evolución, donde nuestros medios digitales cobran una importancia vital para el progreso de la humanidad.
Estos ecosistemas viven en los edificios inteligentes y los conocemos como centros de información. Allí se almacenan billones de datos que ayudan al soporte digital de gran parte de la humanidad. Es por esto que se debe contar con la mejor tecnología, no solo en su procesamiento, sino también en su infraestructura.
Estos recintos de almacenamiento de información se encuentran regularmente alejados de la urbe, pues la restricción de acceso a estos sitios es una característica importante que cumplir. Debido a la sensibilidad y a la cantidad de información almacenada, las regulaciones de acceso son demasiado estrictas.
Estos aliados, además de estar altamente protegidos, deben contar con la implementación de equipos de respaldo de energía (UPS) para mantener la continuidad en sus operaciones. Las nuevas tecnologías de UPS también contribuyen al ahorro de energía, pues son cada vez más eficientes y capaces de reflejar un decrecimiento en el pago del recibo eléctrico.
Además, si acompañamos los UPS con las nuevas tecnologías de almacenamiento como baterías de litio, tendremos un Costo Total de Propiedad (TCO) que nos impacta de forma positiva económicamente en un periodo de entre 5 y 10 años.
Es necesario tener en alta consideración los sistemas de enfriamiento, ya que se ha sometido a un cambio drástico en los últimos años, pasando de diseños de aire acondicionado a sistemas InRow (aire acondicionado entre gabinetes) hasta llegar a la introducción de líquidos dentro de un ambiente eléctrico sin poner en riesgo la seguridad y la disponibilidad del data center. Esta nueva tecnología, denominada Liquid Cooling, viene a romper paradigmas de diseño, lo cual tiene como reto la reeducación sobre la implementación de los centros de datos.
Pero, ¿cómo saber que nuestro centro de datos se encuentra operando de forma correcta, sin sacrificar costos de operación? De acuerdo con Schneider Electric, el monitoreo de la infraestructura tiene que lograr un equilibrio entre disponibilidad y eficiencia, pues los sistemas de monitoreo como DCIM no sólo nos dan visibilidad sobre el comportamiento de cada equipo observado en forma real, sino que también nos permiten analizar periódicamente los consumos que estos tienen.
La importancia de los centros de datos, llámense cloud, edge computing, micro o telecomunicaciones, es cada vez más evidente pues la generación de datos se multiplica minuto a minuto.
Esto es consecuencia de la cantidad de personas conectadas a internet, (cerca de 2,000 millones de personas a nivel global) más la cantidad de dispositivos conectados a la red. Estos aliados invisibles quienes procesan nuestros datos y nos mantienen conectados a esta nueva vida digital.
Con sede en Francia, Schneider Electric se especializa en mantener y mejorar la productividad y eficiencia de sistemas, así como a brindar servicios de energía, automatización y control.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/