La canciller alemana Angela Merkel advirtió que lo peor está por venir frente a la pandemia generada por la covid- 19 en el mundo.
Las próximas semanas –según la dirigente política– “serán la fase más dura de la pandemia, con el personal sanitario trabajando al máximo de su capacidad”, informó.
La razón obedece al fuerte impacto que tuvo el aumento de los contactos sociales durante las festividades de fin de año y que le está pasando factura al mundo. Más del 80 % de las unidades de cuidados intensivos de su país se encuentran ocupadas.
La OMS y China habían acordado que los científicos cumplirían con la cuarentena y viajarían a varias ciudades con sus colegas chinos.
La polémica declaración de Merkel se produjo luego de mirar cómo el coronavirus desafía a algunos países, entre ellos, Bélgica, donde este domingo las muertes superaron la cifra de 20 mil. La mitad –según las estadísticas del Gobierno– eran adultos mayores y permanecían cuidándose en sus casas.
En Reino Unido, por ejemplo, el virus no parece detenerse. Y si continúa a este ritmo, los hospitales enfrentarán verdaderas dificultades. Eso será pronto”, precisó Chris Whitty, director médico en Inglaterra.
En realidad, mientras esperan la totalidad de las vacunas e inmunización a gran parte de sus pobladores, Francia y Suecia optaron por volver a endurecer las medidas en busca de desacelerar las alarmantes cifras.
En Francia, los científicos intensifican sus investigaciones en busca de conocer detalles de la nueva variante británica que ya permanece en el cuerpo de 40 personas y que amenaza con expandirse. Allí se intensificaron los tests que permitirán la detención temprana de la covid-19 y la cepa.
El problema es que un gran sector de la ciudadanía y el empresariado no aceptan más encierros. En Dinamarca, donde van en alza los casos de la cepa, se han registrado protestas de manifestantes inconformes que se enfrentaron con las fuerzas del orden, lo que podría agudizar aún más la situación.
Solo en América Latina y el Caribe se han registrado más de 529 mil muertes y más de 16 millones de contagiados, según la AFP. Y Brasil se convirtió en el país con mayor número de fallecidos.
Desde que se generó la primera muerte por covid-19 en enero de 2020 en Pekín, el virus ya acabó con la vida de más de 1,9 millones de ciudadanos en el mundo.
Ante ese panorama, figuras internacionales como la Reina Isabel II y su esposo, el príncipe Felipe, ya se inocularon su primera vacuna contra el coronavirus. Y el papa Francisco espera hacerlo la próxima semana, después de enviar un mensaje a muchos ciudadanos que se oponen a ser vacunados, la única alternativa hoy para enfrentar de tajo la pandemia.
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