Estados Unidos anunció el lunes, a nueve días de la salida del poder del presidente Donald Trump, que volvió a incluir a Cuba en la lista negra de “Estados patrocinadores del terrorismo”.
El secretario de Estado Mike Pompeo dijo que Cuba estaba siendo puesta en la lista negra por “apoyar repetidamente los actos de terrorismo internacional” al albergar a fugitivos estadounidenses así como a líderes rebeldes colombianos.
Pompeo también mencionó el apoyo de Cuba, gobernada por el Partido Comunista, al presidente venezolano Nicolás Maduro, lo que había permitido al líder socialista crear “un ambiente permisivo para que los terroristas internacionales vivan y prosperen dentro de Venezuela”.
“Con esta medida, una vez más haremos responsable al gobierno de Cuba y enviaremos un claro mensaje: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y a la subversión de la justicia estadounidense”, dijo Pompeo en un comunicado.
Esa estrategia podría incluir reducir las restricciones a los viajes, la inversión y las remesas para la nación isleña que se percibe que perjudican de manera desproporcionada a los estadounidenses y cubanos comunes.
Cuba se suma solo a Siria, Irán y Corea del Norte, naciones más condenadas por fomentar el terrorismo, en la lista de Estados Unidos. Cuba había sido originalmente incluida en la lista en 1982, pero fue eliminada por el Presidente Barack Obama en 2015, cuando buscaba mejorar las relaciones económicas y diplomáticas con la nación caribeña.
Al respecto, Joe Biden ha indicado que quiere revivir la política de la era Obama de aliviar las restricciones económicas y de viaje con la esperanza de que los lazos más estrechos y más capitalismo allanen el camino para un cambio democrático en Cuba.