El aumento de casos de COVID-19 en México ha llevado a cientos de personas a hacer largas filas para poder proveerse de oxígeno, que no solo se ha vuelto escaso en la capital del país sino que también ha elevado sus precios debido a la demanda.
“Ha costado un poco más de trabajo y han subido los precios”, dijo a Efe, Elsa Imelda Venegas Peñaloza, quien tiene a un paciente en casa en recuperación.
Estas imágenes ocurren el día en que el Gobierno de la Ciudad de México prolongó al menos una semana la alerta roja por la saturación hospitalaria mayor a 85 por ciento, lo que implica el cierre de actividades no esenciales ante el máximo riesgo de contagio en el semáforo epidemiológico.
Elsa es una de las personas que han tenido que acudir a la alcaldía de Iztapalapa, en el oriente de la capital mexicana, para obtener el llenado gratuito de su tanque de oxígeno, pues los costos han aumentado.
“La última vez que lo llené fue de 180 pesos ahora me sale pasados 200 pesos.”
Todos los días, en este lugar, al menos unas 50 personas hacen filas de hasta seis horas para rellenar los cilindros de oxígeno.
“Somos muchos infectados, hay muchos que necesitan el oxígeno además de los que ya lo necesitaban”, dice Elsa.
La situación, reconocen quienes esperan en esta fila, se ha tornado angustiante en las últimas semanas, donde los casos en México se han incrementado exponencialmente hasta sumar ya 1 millón 493 mil 569 casos confirmados y 131 mil 31 decesos.
La escasez ha llevado al Gobierno capitalino a buscar la distribución gratuita del oxígeno en algunas alcaldías, pero la desesperación también ha orillado a las personas a caer en algunas estafas en redes sociales donde ofertan oxígeno y no lo entregan.
La semana pasada, la Policía Cibernética de la Ciudad de México alertó a la población sobre fraudes en la compra y renta de tanques de oxígeno por internet.
Miguel Durán, quien tiene un paciente con problemas respiratorios, afirma que afortunadamente no ha caído en ese tipo de estafas.
“No, ha habido buena campaña a qué hay que tener cuidado, en lo personal no he conocido a ninguno que tengamos esa situación”, corrobora.
La postal se repite en varios puntos de la ciudad: largas filas de personas en los locales de venta de oxígeno medicinal, que esperan horas para llenar sus tanques pero cada día es más difícil conseguirlo.
“Yo creo que entre lo de hoy unas 5 horas. Lo que ha sucedido en las otras ocasiones (es) medio día andar buscando, buscar de un lado a otro, (de) un día a día y medio”, afirma Miguel.
Reconoce que debido a la escasez se han elevado los precios.
“Sí, desde luego, hay lugares. Lo vimos con un vecino, en ocasiones era (el costo del relleno) de 240 pesos después de las 7 (de la noche) y en el día varía entre 150 y 180 pesos. No hay tarifa fija, esa es la realidad”, dice.
Eliud Guillén tiene un familiar con COVID-19 que se le complicó con la neumonía y por ello es necesario que cuente con oxígeno.
Comenta que al menos a principios de este mes, conseguirlo le costó mucho trabajo.
“Me tocó sufrir el primero de enero cuando todo estaba cerrado”, afirma.
Aunque no tiene que hacer la búsqueda diaria, pues a su familiar le dura 8 días el tanque, reconoce que hacerlo “es muy pesado y desgastante y estás con el pendiente de que tienes a tu paciente en casa necesitando de ese oxígeno”.
Dice que la ayuda del Gobierno capitalino ha sido importante para ciudadanos como ella porque “se ha facilitado un poco el oxígeno”.
“Hay que venirse a formar temprano con el apoyo hay que ahorrar un poco”, afirma mientras espera paciente a ser la próxima en llenar su tanque.
Fuente: EFE