Difícilmente regresará la economía mexicana a los niveles de crecimiento previo al choque por la pandemia, antes del año 2026 o 2027, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con el Director del Departamento del Hemisferio Occidental donde se encuentra América Latina y el Caribe, Alejandro Werner, se tiene que impulsar una estrategia de crecimiento económico sobre la base de un nuevo contrato social, que garantice la sostenibilidad de largo plazo de las condiciones para la inversión.
Al participar en el Seminario Anual de Perspectivas Económicas del ITAM, el funcionario admitió que existen elementos que podrían motivar un mayor rebote del PIB mexicano en 2021, como son la mejor dinámica de crecimiento en Estados Unidos y el proceso interno de distribución y colocación de las vacunas contra el Covid 19.
La expectativa más reciente del FMI para el PIB de México en 2021 es de 3.5%, una previsión que hizo el organismo en diciembre y que anticipa Werner, podría ser revisada al alza (el 26 de enero) considerando un impacto positivo de los estímulos fiscales mundiales y particularmente de Estados Unidos en la actividad externa.
Sin embargo matizó que «se debe dejar claro que se trata de un rebote estadístico por la baja base de comparación que tendrá el PIB respecto de la contracción de 2020» (estimada en 9% por el FMI).
«Aquí lo importante es no confundir este rebote y efecto de la locomotora externa como una señal de mejora estructural de la economía», advirtió.
Desde sus oficinas en Washington, D.C., el funcionario mexicano del FMI consideró que «México seguirá exhibiendo un entorno de inversión mediocre y por tanto una situación difícil de creación de empleos».
Tras las ponencias del Gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León y del secretario de Hacienda, Arturo Herrera (quien por vez primera participó en el Seminario) aseguró que a diferencia de otras economías emergentes y avanzadas, «México no aprovechó el espacio fiscal que sí tenía en el acceso al mercado mundial a tasas bajas».
«México pudo haber manejado mejor las políticas públicas en 2020 para enfrentar esta pandemia y creemos que se pudo hacer mas en la parte fiscal y monetaria», aseguró.
Desde la perspectiva del FMI, en Washington, el fortalecimiento de la tendencia en la inflación subyacente de servicios, la estabilidad que mostró el tipo de cambio al final del año, más el hecho de tener una política fiscal conservadora «otorgó un espacio para que Banco de México hiciera algo más, como otros bancos de la región».
Seguramente no habría estimulado a la economía en 2020, reconoció, pero si pudo haber ayudado al flujo y capitalización de la deuda que se esta renegociando para limitar el deterioro de los balances en las empresas.
Fuente: El Economista