En México, miles de personas han comenzado a rentar o comprar concentradores y tanques de oxígeno ambulatorios, portátiles y estacionarios, para atender a familiares con COVID-19 en sus casas, ante la falta de camas disponibles en hospitales del país, que no se dan abasto por el alza en los contagios del virus.
Como consecuencia de lo anterior, las importaciones de concentradores de oxígeno y respiradores casi se cuadruplicaron en los primeros 11 meses del año pasado, en comparación con el periodo de enero a noviembre del 2019.
Entre enero y noviembre del 2020, la importación de aparatos respiratorios de reanimación y terapia respiratoria, como son los concentradores de oxígeno y respiradores, aumentaron 296.2 por ciento en volumen al alcanzar los 21.5 millones de kilogramos, de acuerdo con datos del Siavi de la Secretaría de Economía.
Lo anterior representa cerca 718 mil 245 aparatos de respiración, considerando que el peso estimado de éstos es de 30 kilogramos.
En valor, las importaciones sumaron 259.6 millones de dólares, un alza anual de 131.2 por ciento.
A nivel mundial el mercado de concentradores y oxígenos lo dominan, Chart Industries, Drive DeVilbiss Healthcare, GCE Holding, Inogen e Invacare.
Mientras que, en México, destacan Infra y Praxair, que juntas tienen más de 30 plantas.
“Muchos de los insumos ya tenían anteriormente un registro sanitario, pero la mayoría de ellos por primera vez entraron en el mercado, se les dio un oficio blanco, un registro sanitario para atacar la pandemia, y la situación no ha sido sencilla”, explicó Ana Riquelme, directora general de la Asociación Nacional de Industrias Innovadoras y de Dispositivos Médicos (AMID).
Familiares de pacientes optaron por obtener concentradores de oxígeno, cuya renta cuesta entre 3 mil y 4 mil pesos mensuales, mientras que adquirirlo sale entre los 20 mil y hasta 55 mil pesos.
A diferencia de los tanques de oxígeno, que deben recargarse, los concentradores toman el oxígeno del medio ambiente y lo dan de forma más concentrada, por lo que no requieren ser recargados.
La firma de análisis de mercado, Technavio, estimó que el mercado global de concentradores de oxígeno para el cuidado médico en el hogar alcanzará los mil 70 millones de dólares durante 2020-2024, debido al impacto del COVID-19 en el mundo.
La alta demanda de la importación de estos productos trajo consigo saturación y problemas de logística en las aduanas del país, incrementando los tiempos de 24 horas hasta, en algunos casos, meses.
“Anteriormente ya habíamos comprado equipos de signos vitales, como termómetros y oxímetros y no habíamos tenido inconvenientes, pero desde hace seis meses está un cargamento retenido en aduana, nos piden un permiso de 10 mil pesos y darnos de alta en Hacienda, pero no cubrimos esa cantidad”, expuso Elvira Morgado, microempresaria que adquirió productos a la empresa china HK Profit Fields Logistics.
De acuerdo con datos de la AMID, el 60 por ciento de los dispositivos médicos que se importan todavía requieren permiso de importación, el cual es emitido por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“La importación de los productos es un tema muy complicado, no le permite llegar el producto a la gente por todas las trabas que ponen para poderlo pasar, y ese producto se va deteniendo, piden más dinero y eso ha encarecido más los productos”, denunció Gerardo Suárez, gerente de Ad Care.
La Confederación de la Asociación de Agentes Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM) indicó a El Financiero que la importación fluye conforme a los plazos establecidos y desconocieron que hubiera “mordidas” o cobros indebidos de permisos de importación.
“El tiempo promedio para la importación de este tipo de productos, oscila entre 24 y 48 horas, dependiendo del tipo de mercancía, siempre y cuando se cuente con la documentación necesaria para llevar a cabo los trámites de importación”, dijo la CAAAREM.
Un tanque de oxígeno para un paciente con COVID dura cerca de cinco horas y su costo es de no más de 10 mil pesos, mientras que el rellenado va de los 180 a los 230 pesos, mientras que los concentradores y respiradores artificiales no tienen que ser rellenados, pero su costo va de los 20 mil hasta los 50 mil pesos.
“Un concentrador hace un año costaba ya en venta 20 mil pesos con oxigenación de 5 litros, hoy en día esos mismos equipos nuevos andan en el orden de los 50 a 55 mil pesos, y los chinos hace dos semanas el costo de compra era de 13 mil pesos, ahorita revisas y están arriba de 30 mil pesos, nosotros lo conseguimos en el orden de 26 mil pesos”, relató Gerardo Suárez, gerente de Ad Care.
A inicios de este año, el titular la Profeco, Ricardo Sheffield, señaló que en el país no existe desabasto de oxígeno medicinal y, por el contrario, hay producción suficiente.
Fuente: El Financiero