La investidura de Biden presagiaría un bombardeo de acciones ejecutivas de 10 días mientras el demócrata busca actuar rápidamente para redirigir al país a raíz de la presidencia de Donald Trump sin esperar al Congreso.
El miércoles, después de su toma de posesión, Biden pondrá fin a la restricción de Trump a la migración a los Estados Unidos desde algunos países de mayoría musulmana, se reincorporará al Acuerdo de París contra el cambio climático y exigirá el uso de cubrebocas en propiedades federales y durante viajes interestatales. Estas serían una de las primeras decisiones que Biden tomará en su primer día en la Casa Blanca.
«En sus primeros diez días en el cargo, el presidente electo Biden tomará acciones decisivas para atender estas cuatro crisis, prevenir otros daños urgentes e irreversibles y restaurar la posición de Estados Unidos en el mundo», dijo Ron Klain.
El «logro total» de los objetivos de Biden requerirá que el Congreso actúe, dijo Klain, incluido el paquete económico contra la pandemia de 1.9 billones de dólares que describió el pasado jueves. Klain dijo que Biden también propondría un proyecto de ley de reforma migratoria integral a los legisladores en su primer día en el cargo.
Klain dijo el próximo jueves que Biden firmaría órdenes relacionadas con el brote de covid-19 destinadas a reabrir escuelas y negocios y expandir el número de pruebas del covid-19. Al día siguiente, viernes, se tomarán medidas para brindar alivio económico a quienes sufren los costos económicos de la pandemia.
En la semana siguiente, que iniciará el 24 de enero, Biden tomaría acciones adicionales relacionadas con la reforma de la justicia penal, el cambio climático y la migración, incluida una directiva para acelerar la reunión de familias separadas en la frontera entre Estados Unidos y México bajo las políticas de Trump.
Los presidentes entrantes tradicionalmente actúan con rapidez para firmar una serie de acciones ejecutivas cuando asumen el cargo. Trump hizo lo mismo, pero encontró que muchas de sus órdenes fueron desafiadas e incluso rechazadas por los tribunales.
Klain sostuvo que Biden no debería sufrir problemas similares, diciendo que «la teoría legal detrás de ellos está bien fundada y representa una restauración de un papel constitucional apropiado para el presidente».