Sudáfrica ha descubierto una nueva variante del SARS-CoV-2 que parece estar impulsando la segunda ola de COVID-19 en el país, informaron este lunes las autoridades.
Llamada 501.V2, la variante se detectó en los últimos meses por primera vez en el Cabo Oriental y, desde entonces, se ha extendido a otras provincias sudafricanas.
Las evidencias recopiladas “sugieren contundentemente que la segunda ola que estamos experimentando está impulsada por esta nueva variante”, indicó el ministro sudafricano de Sanidad, Zweli Mkhize, durante una sesión informativa virtual el pasado viernes.
El profesor Ian Sanne, miembro del Comité Asesor Ministerial sobre COVID-19 de Sudáfrica, afirmó este lunes que se trata de una nueva variante y no de una nueva cepa.
“Una nueva cepa causaría una preocupación mucho mayor acerca de todo el arduo trabajo que se ha logrado hasta ahora. Básicamente, volveríamos a cero y estaríamos lidiando con una nueva cepa de virus circulando por el mundo. Pero no es el caso”, subrayó Sanne en declaraciones al portal informativo EWN.
“Esta es una variante y tiene algunos cambios genéticos. Representa una evolución viral”, puntualizó el profesor.
La aparición de una nueva variante del coronavirus en el Reino Unido obligó este fin de semana a las autoridades británicas a establecer duras medidas restrictivas en gran parte del país por el alarmante incremento de los casos de COVID-19, toda vez que numerosos países han prohibido vuelos a Gran Bretaña.
No obstante, Sanne, especialista en enfermedades infecciosas, señaló que la variante sudafricana es distinta a la detectada en el Reino Unido
“La variante no es la misma que la variante del Reino Unido. Hay dos virus diferentes, pero son variantes distintas de la misma cepa del coronavirus”, explicó el profesor.
La nueva variante sudafricana, prosiguió, es más transmisible y tiene una carga viral más alta, pero se desconoce si es más peligrosa.
“Eso aún no se ha establecido, pero lo que estamos viendo son tasas de casos y transmisiones mucho más altas. Las tasas de casos se han disparado (…). Eso significa que las personas deben protegerse. Eso es desinfectar las manos, usar mascarillas y evitar movimientos innecesarios entre provincias”, concluyó Sanne.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, decretó el pasado día 14 nuevas restricciones para intentar frenar la segunda ola de COVID-19 y advirtió que, a menos que se cumplan, “estas serán las últimas Navidades para muchos sudafricanos”.
Lideran la segunda ola cuatro provincias: Cabo Occidental, donde está Ciudad del Cabo; Cabo Oriental, KwaZulu Natal y Gauteng, que alberga a Johannesburgo -mayor urbe del país- y Pretoria, la capital sudafricana.
Sudáfrica había mantenido las infecciones bajo control desde agosto, después de unos duros meses en los que fue no solo el gran epicentro de la pandemia en África, sino también la quinta nación del mundo más golpeada por la enfermedad.
En los últimos meses, sin embargo, las cifras de nuevos casos diarios fueron creciendo con rapidez, especialmente en las cuatro provincias citadas.
Sudáfrica sigue siendo, con diferencia, el país más golpeado por el coronavirus en toda África, al haber registrado, hasta la fecha, 921 mil 922 casos, de los que 24 mil 691 acabaron en muerte y 787 mil 782 son ya pacientes recuperados.
En el continente se han registrado 2.5 millones de contagios, 59 mil 99 decesos y 2.1 millones de recuperaciones desde que se detectó el primer caso continental en Egipto el pasado 14 de febrero, según los datos publicados hoy por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC África).
Fuente: EFE