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Reelección: Martha Gutiérrez

Publicado por
José Cárdenas

Martha Gutiérrez

 

Una de las políticas más promovidas por el régimen anterior fue la reelección legislativa.

En un primer intento, José Murat como diputado federal y Fernando Castro Trenti como senador, promovieron sin éxito la iniciativa en 2009, principalmente por la negativa de la oposición (PRD y PRI) en aquel momento. Una de las razones más importantes fue que el PAN gobernaba a sus anchas y pretendía que la élite de ese momento continuara con el control de los cargos y posiciones políticas más importantes del país. La oposición se unió, los votos les alcanzaban y generaron una narrativa para evitar el absolutismo en la Nación.

En 2014, en pleno apogeo del Pacto por México, se planteó una reforma a la Constitución Federal para darle posibilidad a los legisladores de ser reelectos hasta por tres ocasiones, es decir un total de 12 años continuos, y así se aprobó la medida legislativa.

El problema fue que jamás se consideró que Andrés Manuel López Obrador y Morena generarían a partir de esa modificación, y muchas otras, una  narrativa completa sobre corrupción, abuso de poder y hartazgo, que provocó que la población votara como un tsunami en contra de aquel sistema para ponerle fin.

Sin embargo, todavía es mucho más curioso que hoy en día, exactamente con la misma actitud, Mario Delgado, Julio Scherer, Claudia Sheinbaum y en el Senado apoyen y aplaudan el analfabetismo político de la mayoría de los diputados morenistas que se pretenden reelegir.

Eso es una barbarie, no sólo porque se tropiezan con la misma piedra que el PRI, PRD y PAN de antaño, sino que aumentaron la desproporción al apoyar que los diputados ni siquiera tengan que pedir licencia para ir a un proceso de reelección en igualdad de circunstancias con otros ciudadanos que aspiren a una curul. Porque esto no sólo se trata de una cuestión de acceso al poder, sino del goce y disfrute de recursos públicos que de inicio ni siquiera les pertenecen, por el contrario, son de los mexicanos, quienes demandan servicios públicos, desarrollo, bienestar y representación de la población en general y no de los intereses particulares de los legisladores.

Es una ofensa que pretendan reelegirse con el goce de su dieta, cuando ni siquiera han podido demostrar alguna capacidad parlamentaria, atributo o argumento convincente para hacerlo. Porque no me podrán decir que la diputada Ney Salvatori, Ernesto D Alessio, Sergio Mayer, y la mayoría del resto de legisladoras y legisladores han hecho algo para ganar la confianza primero de su partido y luego de la población en general para continuar a través de la reelección ejerciendo el cargo. Por el contrario, lo que sí han hecho es el ridículo, reduciendo profundamente el prestigio del Poder Legislativo (de por si ya en los suelos), generando de nuevo el mismo sentimiento de rechazo que se tuvo hacia los partidos que lo intentaron en el pasado.

Comprendo a quienes desde el analfabetismo político pretenden impulsar sus propios intereses. Pero me parece inconcebible y un error gravísimo, que quienes conociendo la política profunda del país cierren los ojos, y que teniendo el poder de decidir, lo utilicen para  apoyar este tipo de propuestas.

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José Cárdenas