México Libre hace unos días propuso integrarse a Acción Nacional para «aglutinar el voto opositor y convertir a ese partido en la mayor fuerza política en 2021».
Vale la pena recordar, que no hace mucho Felipe Calderón acusó a Ricardo Anaya, jefe político del actual Presidente del PAN Marko Cortés, de engaño por hacer modificaciones a sus estatutos en beneficio propio, plagio, misoginia, oportunismo, cancelar la democracia en ese partido y abuso de poder, por mencionar algunos. Además en el momento más álgido de sus diferencias, Calderón envió este mensaje: «Por qué alguien compraría y pagaría una bodega de más de 50 millones de pesos, para sólo quedarse con el 99%?, aludiendo claramente al fraude del que se le acusó a Anaya. Margarita Zavala, condicionó el denominado «Frente por México», a ser «ciudadano» emanado de elecciones abiertas e incluyentes.
Por su parte Ricardo Anaya reviró, calificando de fracaso a la estrategia más importante del sexenio de Felipe Calderón, militarizar al país para resolver el problema de inseguridad, y que según afirmó Álvaro Delgado en una entrevista a principios de año, asesoró a las autoridades para fortalecer denuncias penales en contra del ex presidente. Además, le asestó de facto un duro golpe al acordar en 2017, con los archienemigos del PAN encabezados por Alejandra Barrales y el PRD, cerrando toda oportunidad para que, Margarita Zavala pudiera aspirar a la candidatura presidencial. Desde luego Movimiento Ciudadano ayudó un poco, al firmar dicha «alianza». Victimizándose Anaya al inicio del proceso presidencial de 2018, acusó a Margarita Zavala y a Felipe Calderón de dividir al PAN.
¿Usted querido lector, después de recordar esta historia piensa que es creíble que México Libre y el PAN de Ricardo Anaya, se estrechen la mano, se den un abrazo y juntos caminen rumbo a 2021, para salvar a México?
¿Verdad que resulta irrisorio?
De inicio, porque le apuestan a la desmemoria, que en política jamás será buena compañera de viaje. Esas acusaciones y señalamientos públicos no se borrarán nunca, mucho menos en el mundo tecnológico y de acceso a la información en que actualmente vivimos. Luego nos preguntamos, porque la congruencia, los principios democráticos del país y la razón, quedan en un segundo plano ante lo que se percibe como oportunismo y un asunto único de intereses personales. Sus candidaturas, sus privilegios, su ego y sus patrimonios.
Realmente es imposible creerles, cuando ayer se acusaban y exhibían de todo y hoy nos dicen que por el bien de México, borrón y cuenta nueva. Eso, no es posible ni viable. Porque como dice Andrés Manuel López Obrador, y es cierto, eso sólo lo hace más fuerte, además de facilitar y fortalecer su reiterado discurso. Al agruparse todos contra él, sin humildad y sin un proyecto de nación serio que represente y se identifique con los ciudadanos, únicamente lo revictimizan.
Los genios de la política finalmente sin ir más allá, han logrado un bipartidismo, ahora los mexicanos tendrán que elegir en las urnas: ¿Estás con AMLO o en contra de él?
Una alianza como esta, sólo sería factible si un puñado de la élite (la mafia del poder) tuviera el control en sus manos. Pero olvidan que en 2018 México cambio, sobre todo quién detenta el poder y ese es el pueblo, hoy fortalecido y reforzado narrativamente por AMLO, quién no permitirá que le quiten lo que tardo 20 años en conseguir, sólo por acuerdos de élite.
Esa es la narrativa del 2021. Esa es la incomprensible y absurda lógica de los genios, que en lugar de construir una alternativa de gobierno, con personajes creíbles, frescos y limpios, se unieron todos en pandilla para atacar al concepto ganador del 2018.
Sólo en ellos cabe esa idea, de verdad.