El Gobierno de Grecia ha decidido ampliar una semana más, hasta el 14 de diciembre, el confinamiento que comenzó el 22 de noviembre para contener la pandemia de coronavirus, ya que considera que los datos actuales no permiten ningún tipo de relajación.
El Ejecutivo reacciona así a la falta de aplanamiento de la curva epidemiológica que sigue superando los 2.000 casos diarios, a pesar de que el confinamiento lleva en vigor casi cuatro semanas.
El Ministerio de Sanidad griego informó el miércoles de 2.186 nuevos casos e COVID-19, hasta un total de 109.655 desde el inicio de la pandemia. La cifra de fallecidos aumentó a 2.606, 89 más que en la jornada anterior, mientras que 613 pacientes permanecen intubados en hospitales.
El portavoz del Ejecutivo, Stelios Petsas, ha afirmado que los últimos datos muestran «una estabilización o incluso una reducción» de los contagios, pero «menor a lo que se esperaba» cuando se ordenó el confinamiento, que inicialmente se había contemplado hasta el 30 de noviembre y ya ha sido prorrogado en una ocasión.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, adelantó ya el miércoles que los bares y restaurantes tan solo podrán abrir una vez se empiece a distribuir la vacuna.
El Gobierno griego ha decidido no dar fechas concretas para la apertura de escuelas, restauración y comercio, mientras no haya una evolución claramente a la baja de los contagios.
El pasado 7 de noviembre el Gobierno impuso un amplio régimen de restricciones que incluyen el cierre de toda la restauración, el ocio, el comercio y la educación. Tan sólo están abiertas las tiendas de alimentación, farmacias, gasolineras, talleres y kioscos.