Los gobiernos del mundo han comenzado la carrera para tratar de vacunar al mayor número de personas posibles; este escenario trae nuevos retos, como el que todos acepten la inmunización, pero sobre todo, que la población siga utilizando el tan politizado cubrebocas.
El banderazo de salida lo dieron Reino Unido y Estados Unidos con la vacuna de Pfizer/BioNTech, se espera que se aplique en los próximos días en México, y en meses posteriores en otros países de América Latina. También, el antídoto de Moderna ya tomó vuelo y va a reforzar la campaña.
En Europa, la premura por el alto nivel de contagios en la segunda ola provocó que las autoridades recortaran los tiempos de aprobación de sus vacunas, y es posible que este mismo lunes avalen su uso de emergencia y de inmediato se comience a aplicar.
Esta campaña de inmunización traerá un poco de calma a los gobiernos, que diario sufren brotes de protestas en contra de los nuevos confinamientos y restricciones, debido a que la sana distancia se perdió y el nivel de contagios se disparó.
Médicos, infectólogos, letrados todos, advierten que la vida NO volverá a la normalidad tan pronto seas vacunado; de entrada, no se podrá meter de inmediato al baúl de los recuerdos el cubrebocas, ni viajar, y mucho menos ver a todas las personas que no has visto durante el primer año de la pandemia.
La bióloga Natalia Pasternak advierte que “después de ponerte la vacuna, es necesario regresar a casa, mantener el aislamiento social, esperar la segunda dosis y luego esperar al menos 15 días para que la vacuna alcance el nivel de efectividad esperado».
Para retomar una posible nueva “normalidad”, es necesario esperar a que una buena parte de la población (80% estima la OMS) ya esté inmunizada, para que el mundo reencause su rumbo; estamos hablando prácticamente de… Si, ¡otro año!
También hay que tener en cuenta que ninguna vacuna es 100% efectiva a nivel individual, la inmunidad colectiva es importante, sin embargo, hay muchas personas que ni siquiera pueden aplicársela o simplemente, no quieren.
Hay gente que no puede recibirla porque no son mayores o porque no forman parte del programa de vacunación. Los antídotos contra el COVID-19 aún no se han probado en niños o en mujeres embarazadas.
Según una encuesta de The Associated Press-NORC, aproximadamente una cuarta parte de los adultos en Estados Unidos no están seguros de querer vacunarse y alrededor de otra cuarta parte dice que no ¡lo hará!
A todo lo anterior habrá que sumar voces como la de Guillermo Maldonado, un pastor evangélico de Miami, quien ha ordenado a sus seguidores no someterse a la vacuna… Vamos a ver muchas cosas absurdas como esa.
El gobierno en Francia también está preocupado porque 59% de los franceses sondeados dijeron que no se inyectarán, y reacciones similares se viven en Brasil, uno de los países más contagiados. Así que, perdón, la normalidad, va a tardar.
Por lo pronto, la que aquí escribe, les deseo una buena Navidad y salud para 2021.
AletiaMolina
@AletiaMolina