Las elevadas cotizaciones del trigo, maíz y sorgo en mercados internacionales y la depreciación del peso frente al dólar encarecerán los alimentos básicos, advierten expertos.
El mercado de granos como trigo, maíz y sorgo registra aumento de cotizaciones importantes en recientes jornadas, lo que puede impactar en los precios de alimentos de la canasta básica, sobre todo en la tortilla y el pan, de acuerdo con analistas.
Algunos de estos productos ya reflejan este encarecimiento global, como es el caso del pan blanco, el pan de caja y el pan de dulce, que tuvieron alzas de precios entre 6% y 7% anuales en la primera quincena de octubre de 2020, según datos del Inegi. Estas cifras están por encima del nivel general inflacionario del país.
Productores de maíz y expertos opinan que lo mismo puede suceder con la tortilla, por la baja de la producción y el aumento en los precios del grano.
Los precios del maíz al menudeo, desde abril a la fecha, registraron alzas de más de 10%, mientras la tortilla mantiene aumentos ligados a la inflación, de entre 3.5% a 4%, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, lo cual se anticipa difícil que se pueda sostener.
Un tema adicional que influye en el alto precio de granos es la depreciación del tipo de cambio. El precio del maíz en México se define en dólares en la bolsa de futuros de Chicago, por lo que no son las empresas, ni los productores nacionales quienes establecen los precios del grano.
En la tercera semana de octubre el precio del futuro del maíz tocó niveles récord desde 2019, a 4.19 dólares el bushel, equivalentes a 165 dólares por tonelada; el trigo suave llegó a 6.32 dólares el bushel, es decir, a 232.5 dólares por tonelada, el nivel más alto desde el 30 de junio de 2015.
La misma dinámica presenta el sorgo, cuya cotización va al alza por la demanda mundial, sobre todo por las compras que realiza China. En síntesis, los precios de los granos alcanzan precios históricamente altos.
El presidente del Sistema Producto Maíz, Vicente Álvarez Delgado, mencionó que los inventarios de maíz blanco para este ciclo 2020 disminuyeron; además, afectaron la falta de apoyos gubernamentales a la siembra, la baja superficie sembrada, así como sequías, principalmente.
Por ello, se espera una baja en la cosecha, lo que provocará que el kilo de maíz esté arriba de 5 pesos. En enero de 2020 el kilo de este grano se cotizó en 4.50 pesos. “Seguramente vamos a tener alza de precios del maíz y tendremos menos maíz en México. Avizoro que por enero o febrero de 2021 estaremos arriba de los 6 pesos el kilo de maíz y los tortilleros van a aumentar el precio de ese alimento”, comentó.
El riesgo de que haya un aumento de precios de productos de la canasta básica por el aumento de los granos es latente, dijo el presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz, Juan Pablo Rojas.
“Tenemos el temor de que esos aumentos se den debido al aumento en combustibles, en insumos para la producción, a la depreciación del tipo de cambio, lo que puede generar y abonar, a que las condiciones lleven a un incremento de precios.
“Los productores de masa-tortilla cada año salían a decir que había necesidad de incrementar precios de tortilla sin tener esas condiciones, ahora esperamos que digan que es por la situación actual”, explicó.
Expuso que regularmente en el país se producen más de 25 millones de toneladas, pero en las cosechas del ciclo primavera-verano se reducirán en 3 millones, porque el país no cuenta con una política económica de incentivo a la inversión para la producción de alimentos.
“Debemos estar previendo lo que va a suceder con precios de la canasta básica y estamos haciendo un análisis con especialistas de que estos productos tengan un incremento de al menos 30%”, afirmó.
En México se consumen 39.6 millones de toneladas de maíz, explicó el profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega, y añadió que 61.4% es blanco y 38.6% amarillo, grano que se destina al autoconsumo de las ciudades, fines pecuarios, siembra, comercialización y exportaciones, además de las pérdidas.
Dijo que en 2019 se tuvo una producción de 27.2 millones de toneladas de maíz, es decir, se redujo 1.92% la producción, en combinación con un aumento en la población, y otras afectaciones como las sequías, altas temperaturas, entre otros problemas que siniestraron al menos 500 mil hectáreas.
Para 2020 habrá una baja en la producción de maíz y tan es así que el gobierno federal ya anunció que se gastarán 2 mil 700 millones de dólares en importación de ese alimento, de acuerdo con Noriega.
Afirmó que ante el cambio climático no se puede cultivar como en años pasados sino que se necesitan estimulantes, aminoácidos y nutrientes para que la cosecha sea buena en cantidad y en calidad, pero con la disminución de los programas de apoyo al campo seguramente no se logrará la meta.
Ante la mayor demanda de granos por el crecimiento de la población y la menor oferta, “el mercado tiene una regla, lo más caro es lo que no hay”, lo que impactará en los precios. (IVETTE SALDAÑA Y RUBÉN MIGUELES. EL UNIVERSAL.)