Las autoridades sanitarias suecas estimaron este jueves que alcanzarán el pico de contagios de la segunda ola de coronavirus a mediados de diciembre, a la vez que anunciaron que empezarán a usar test rápidos en algunos contextos. El escenario dibujado por la Agencia de Salud Pública (FHM) se basa en datos registrados hasta el 6 de noviembre, pero aunque el freno en la subida de nuevos casos de los últimos días apunta a que el pico puede alcanzarse antes, las autoridades subrayaron la importancia de respetar prohibiciones y recomendaciones.
«Aunque el aumento ha perdido fuerza no se reduce el número de casos. Hay un gran riesgo de que se saturen la sanidad y el resto de la sociedad. Se trata de romper esa tendencia», alertó hoy en rueda de prensa el epidemiólogo jefe de la FHM, Anders Tegnell.
Suecia registró en las últimas 24 horas 67 muertos, con lo que suma 6.622, y 5.841 nuevos positivos, con lo que el número provisional de infectados asciende a 236.355; y una incidencia de 617 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, las cifras más altas en los países nórdicos. Las autoridades suecas optaron desde el inicio de la pandemia por una estrategia más laxa, sin cerrar por ejemplo la hostelería ni las escuelas, con muchas recomendaciones y alguna prohibición, apelando a la responsabilidad individual, pero han dado giro en las últimas semanas.
Las nuevas medidas incluyen limitar a 8 el número de personas en reuniones públicas, prohibir la venta de alcohol a partir de las 22 horas y cerrar la hostelería y clubes nocturnos a las 22.30.
«Simplemente no debería haber ninguna situación social con más de 8 personas», reiteró hoy varias veces el primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven.