A partir de esta semana, países de Europa refuerzan sus restricciones a la movilidad mientras enfrentan la segunda ola de coronavirus.
Alemania ordenó una serie de cierres desde ayer hasta finales de mes.
Los alemanes no estarán confinados en sus casas. Sin embargo, bares, cafés y restaurantes deben cerrar, así como teatros, óperas y cines.
En el Reino Unido, el país que enfrenta el mayor número de muertos en Europa, con 46 mil 853, el primer ministro, Boris Johnson, anunció un reconfinamiento desde el próximo jueves hasta el 2 de diciembre.
Por su parte, Portugal aplicará un nuevo confinamiento en 70% del país a partir de mañana, cuando entre en vigor un estado de emergencia sanitaria para poder aplicar medidas más restrictivas.
En Bélgica, el gobierno decidió un confinamiento más severo durante seis semanas. Todos los comercios no esenciales permanecen cerrados desde ayer y las empresas están obligadas a realizar trabajo a distancia.
El primer ministro, Alexander De Croo, indicó que sólo podrá invitarse a una persona en el domicilio.
Italia, el primer país del continente que impuso un confinamiento durante la primera ola, también se prepara para comunicar nuevas restricciones.
Francia decretó un nuevo confinamiento, que entrará en vigor desde el viernes próximo hasta, como mínimo, el 1 de diciembre, ante el agravamiento de la situación sanitaria.
Es muy difícil prever cuánto tiempo durará la segunda ola, puesto que depende del virus, de su entorno climático, de las medidas que serán tomadas para limitar la circulación del virus, de su aceptación y por tanto de su impacto”, escribió el consejo científico del país.
En el continente han muerto 282 mil 252 personas, de acuerdo con el conteo elaborado por la agencia AFP.
La región está por debajo de América Latina, donde han fallecido 403 mil personas.
En este contexto, el consejo científico que guía al gobierno francés en la gestión de la pandemia advirtió que esta segunda ola en la región podría no ser la última.
Se pueden temer varias olas sucesivas durante el final del invierno y en la próxima primavera de 2021, en función del clima y el nivel y eficacia de las estrategias de test, rastreo y aislamiento de los casos positivos”, afirmó el organismo.
En todo el planeta, ya hay más de 46.6 millones de casos confirmados desde que el virus apareció a finales de 2019 en China. Además, al menos 1.2 millones de personas han muerto, según un recuento de la AFP.
A la emergencia sanitaria se suma el descontento de la población.
Pequeños comerciantes en Francia se han quejado de que se les obliga a cerrar mientras los supermercados pueden vender productos no esenciales como zapatos, ropa, productos de belleza y flores porque también venden alimentos.
Ante eso, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, dijo que los propietarios de tiendas no pueden desafiar las reglas de cierre del gobierno.
Además, la semana pasada la canciller alemana, Angela Merkel, criticó a los populistas que argumentan que el coronavirus es inofensivo.
Estamos en una situación dramática al comienzo de la temporada fría. Nos afecta a todos, sin excepción”, declaró Merkel ante la Cámara baja del Parlamento.
Merkel agregó que las nuevas restricciones para reducir el contacto social eran “necesarias y proporcionadas” con la situación que atraviesa la región.
Fuente: Excélsior