Rosa Icela Rodríguez, nueva titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), no cubre el perfil necesario para coordinar a las fuerzas armadas y a las corporaciones policiales, lo cual pone en jaque la dirección del organismo federal, advierten expertos en la materia.
Ante la salida de Alfonso Durazo de la SSPC, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que Rodríguez Velázquez aceptó el encargo de dirigir la secretaría, por lo que la funcionaria se incorporará al gabinete en cuanto sea dada de alta tras padecer Covid-19.
La nueva encargada de la seguridad nacional es egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, además ha trabajado en medios de comunicación como Televisa Radio, El Universal y La Jornada.
Tiene más de 20 años en el servicio público, puesto que la comunicadora formó parte del gobiernos de López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Manera cuando estuvieron en la jefatura de gobierno del Distrito Federal, así como en el periodo de Claudia Sheinbaum.
Previo a este encargo, era la coordinadora general de Puertos y Marina Mercante en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Maria Elena Morera, presidenta de la organización Causa en Común, aceptó que Rodríguez Velázquez es una buena operadora política que podría tomar un lugar importante en otras áreas del gobierno; sin embargo, subrayó que no tiene el perfil para generar una estrategia de seguridad.
En entrevista para Forbes México celebró que se haya elegido a una mujer para el puesto, pero insistió en que ello no es suficiente, puesto que el cargo implica tener conocimiento estratégico en seguridad nacional, así como liderazgo para coordinar al gabinete de la materia.
Según la óptica de Daniel Gomez-Tagle, especialista en seguridad, la formación académica de la nueva secretaria no cumple con los requisitos para el encargo.
“Un periodista puede tener una buena línea de invitación y aproximaciones a los problema de seguridad pero no cuenta con los elementos técnicos para el análisis a profundidad y la implementación de los temas presupuestales o legislativos y el impacto operacional”, comentó a este portal de noticias.
Subrayó que un comunicólogo puede plantear problemas pero es difícil que proponga soluciones, además que se requiere que el secretario de Seguridad conozca los aspectos técnicos de los materiales que utilizan los elementos.
Sugirió que pudieron haber surgido varios candidatos óptimos de la extinta Policía Federal, o incluso un militar en retiro, puesto que esa es la línea que ha llevado el gobierno federal con el despliegue de la Guardia Nacional.
“En mi opinión la designación de Rosa Icela no es más que una simulación, no va a tener autoridad alguna, como debería de acuerdo a las leyes, sobre la estrategia que en las tareas de seguridad que tienen las Fuerzas Armadas”, agregó.
Gómez-Tagle ahondó que tras la salida de Durazo Montaño aún hay varios retos pendientes en materia de seguridad pública, entre ellos el recorte a los recursos del programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), el cual da presupuesto a los estados y municipios para las policías locales.
Aceptó que puede haber un mal ejercicio presupuestal de dicho plan, pero insistió en que se requiere fortalecer a las corporaciones estatales y municipales, así como de dotarlos de capacitación e instrumentos necesarios.
En ese sentido, Morera Mitre explicó que el titular de la SSPC deben tener habilidades para abogar ante la Cámara de Diputados para obtener recursos suficientes para este fondo y este tipo de programas.
“Por más Fuerzas Armadas que tengamos no van a cambiar (la inseguridad), lo vimos en estos dos años. Tienen que hacer el Plan Nacional de Prevención del Delito y el Plan Sectorial de Seguridad Pública, porque Durazo dejó cúmulo ideológico pero no es estrategia”, acotó.
Fuente: https://www.forbes.com.mx/