El asesinato en Teherán del número 2 de Al Qaeda, revelado por el diario estadunidense The New York Times, es una «información inventada», declaró este sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, negando la presencia de miembros de esta organización terrorista islámica en suelo iraní.
Los enemigos de Irán, Estados Unidos e Israel, «intentan hacer desviar la responsabilidad de los actos criminales de Al Qaida y otros grupos terroristas en la región y vinculan a Irán a estos grupos mediante mentiras y filtraciones de informaciones inventadas por los medios«, declaró el portavoz del ministerio, Saeed Khatibzadeh, en un comunicado.
Estados Unidos y «sus enemigos en la región» crearon Al Qaeda por sus «malas políticas», añadió Khatibzadeh, que aconsejó a la prensa «no caer en la trampa de los guiones hollywoodenses de los responsables estadunidenses y sionistas».
The New York Times informó el viernes que el número 2 de Al Qaeda, Abdullah Ahmed Abdullah, que figuraba en la lista de los terroristas más buscados por el FBI, fue «asesinado por disparos en las calles de Teherán por dos asesinos en moto», una información confirmada por responsables de inteligencia estadunidenses al diario.
Además del dirigente de Al Qaeda, también murió su hija Miriam, viuda de un hijo de Osama Bin Laden, dijo el diario.
El ataque, que supuestamente fue perpetrado por agentes israelíes a instancias de Washington, tuvo lugar el 7 de agosto en el aniversario de los ataques a las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998, en los que Abdullah Ahmed Abdullah estaba implicado, según la justicia estadunidense.
Washington acusó a Teherán de dar cobijo a miembros de Al Qaeda -grupo clasificado en la lista de organizaciones terroristas de la ONU- y permitirles atravesar su territorio en 2016, lo que funcionarios iraníes negaron en aquel momento.
Aunque Estados Unidos no ha dudado en hacer acusaciones falsas contra Irán en el pasado, este enfoque se ha convertido en una rutina en la actual administración estadunidense», declaró Khatibzadeh.
También acusó a la administración del presidente saliente, Donald Trump, de continuar un programa «iranófobo» en el marco de su guerra «económica, de inteligencia y psicológica» contra Teherán.