Los países del G20 pidieron ayer en el primer día de su cumbre anual, organizada por Arabia Saudita en formato videoconferencia, un esfuerzo global para facilitar el acceso a las vacunas contra el coronavirus y para luchar contra sus devastadoras consecuencias económicas, entre ellas la deuda.
La reunión de dos días de los países más ricos del mundo (19, a los que se suma la Unión Europea) se celebra en medio de críticas por su respuesta a la recesión mundial y cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue sin reconocer su derrota en las elecciones presidenciales.
Esta vez no hubo una gran ceremonia de apertura ni reuniones bilaterales, en una cumbre —el primer G20 en un país árabe— limitada a sesiones cortas online.
«Aunque somos optimistas sobre el progreso en el desarrollo de vacunas, terapias y herramientas de diagnóstico para el COVID-19, debemos trabajar para crear las condiciones para un acceso asequible y equitativo a estas herramientas para todo el mundo», dijo el rey Salmán en su discurso inaugural, bajo la mirada del príncipe heredero Mohamed bin Salmán, líder de facto del país.
Trump, hizo una breve aparición en la que «habló del desarrollo de vacunas y terapias en tiempo récord, que salvarán millones de vidas», según un comunicado de la Casa Blanca.
Luego fue a un campo de golf cerca de Washington, mientras sus homólogos seguían debatiendo.
«¿Estaremos preparados para garantizar el acceso (a las vacunas) a escala mundial y evitar a toda costa el escenario de un mundo de dos velocidades?», se preguntó el presidente francés Emmanuel Macron en su discurso.
«El acceso a la vacunación debe ser posible y asequible para todos los países», dijo la canciller Angela Merkel, mientras que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aseguró que «desde el principio hemos hecho hincapié en que debemos cuidar la salud de las personas y la economía al mismo tiempo, el tiempo nos ha dado la razón».
Los países del G20 ya gastaron más de 21 mil millones de dólares para combatir el coronavirus. También se movilizaron unos 11 billones de dólares para salvar la economía mundial, según los organizadores.
La deuda también está en la agenda de la cumbre frente al colapso de la financiación externa para los países más pobres, en el contexto de la pandemia.
En abril, el G20 adoptó una moratoria de seis meses en los pagos de la deuda, que se extiende hasta junio de 2021.
En este sentido, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, denunció en su intervención los «niveles alarmantes de desigualdad» en el mundo y pidió «cooperación y solidaridad».
Fuente: AFP y EFE