El estrés electoral, un concepto que la Asociación de Psicología de Estados Unidos (APA) empezó a manejar en sus estudios en 2016, está disparado y crece en la espera de conocer finalmente los resultados de las elecciones de este martes y con la posibilidad de irse a la cama sin saber quién es el ganador.
La profesora Lynn Bufka, de APA, recomienda a quien se sienta ansioso o nervioso que «estén conectados con personas», y no solo con dispositivos, en las horas que restan hasta que se resuelva la incógnita electoral: ¿Donald Trump o Joe Biden?
También que se entretengan haciendo cosas que nos permitan olvidar por un rato unas elecciones con un «alto componente emocional», como «cocinar galletas con nuestros hijos, dar un paseo o escuchar un podcast de algún tema que no tenga nada que ver» con los comicios.
Ella personalmente optará por irse a la cama si el recuento se prolonga y evitar quedarse enganchada a las noticias.
En 2016, debido al «alto nivel de discordia», la APA decidió incluir las elecciones como un motivo de estrés en un estudio anual, el 52 % de los entrevistados afirmó que la carrera presidencial lo estresaba significativamente.
Es posible que este martes por la noche no se sepa con certeza quién se quedará con la Casa Blanca.
En octubre de 2020 un estudio similar mostró que en estas elecciones los que piensan así son un 68 %. Ebe Alegretti, presidenta de una comunidad de vecinos de Miami-Dade, dice a Efe que no le ponen nerviosa «ni estas ni ningunas elecciones».
Alegretti, que se declara «bastante apolítica», votó por adelantado y dejó de preocuparse por un asunto que está fuera de su «control», justo lo que recomienda la profesora Bufka.
A esta ítalo-argentina la han llamado amigos que viven fuera del país para preguntarle si estaba tranquila, si no le da miedo que pueda haber disturbios cuando se conozca el resultado.
Es algo que la experta de APA menciona al hablar del estrés electoral. «Todo el mundo nos dice que estas son las elecciones de nuestra vida, que no las ha habido más importantes etc., también que están ansiosos y preocupados». Todo eso contagia el estrés.
Cuando se le pregunta la razón de la subida del porcentaje de los que se sienten estresados por las elecciones del 52 % de 2016 al 68 % de 2020, Bufka recuerda que estamos en el octavo mes de una pandemia que ha trastocado nuestras vidas en muchos ámbitos, el económico incluido. La incertidumbre ante el futuro genera estrés, dice.
Según el estudio realizado por The Harris Poll para APA, son más los demócratas estresados por estas elecciones que los republicanos (75 % frente a 67 %). La razón puede ser que los demócratas están disputando el título, no lo defienden como los republicanos, y la posibilidad de una segunda derrota electoral consecutiva también puede tener a los demócratas nerviosos.
Orlando Gutiérrez, un líder político del exilio cubano que está cien por cien con Trump, no se ve a sí mismo estresado, sino «muy pendiente» de cualquier asunto relacionado con este proceso electoral.
«Hacía años que no había unas elecciones tan ideologizadas y polarizantes y llegan además en un año muy duro (por la covid-19)», dice a Efe el líder del Directorio Democrático Cubano.
«Todo el mundo está muy pendiente», asegura Gutiérrez, quien no obstante reconoce que será difícil dormir si, como parece, los resultados no se van a conocer este mismo martes.
«Nos vamos a ir a la cama teniendo una buena idea de quién va a ser el ganador», pero no con la certeza absoluta, asegura Gutiérrez, quien cree que «la tendencia» indica que Trump va a ser el ganador.
El hecho de que Trump sea un presidente «impredecible» es un elemento más para tener nerviosa a mucha gente, dice Bufka, quien cree que esperar algo es «siempre duro» y si los resultados se demoran, el nivel de estrés subirá.
«Los estadounidenses deben estar preparados para no saber quién será el ganador de las elecciones presidenciales esta martes por la noche, y quizás por días, un escenario probable que puede disparar las tensiones partidistas, pero no necesariamente indican una ruptura en el sistema democrático», advirtió este martes el diario Miami Herald a sus lectores.
El título de este artículo advierte: «No se sorprenda o alarme si la elección presidencial no se decide el martes por la noche».
Cuando APA estudió el estrés electoral el mes pasado encontró que el grupo en el que el más subió es en los afroestadounidenses. En 2016 un 46 % de los afroestadounidenses encuestados dijo que la elección presidencial era una fuente importante de estrés en su vida y en 2020 el porcentaje subió al 71 %.
La razón puede ser el resurgir de la tensión racial por la muerte de varios afroestadounidenses a manos de la policía en 2020 y las protestas que generaron en todo el país.
En el informe anual sobre estrés de todo tipo en EE. UU., APA indicó que el estrés que genera la combinación del covid-19, crisis económica, racismo y elecciones está «afectando seriamente la salud mental» de los estadounidenses, especialmente de los jóvenes.
Casi uno de cada cinco adultos (19 %) afirma que su salud mental es peor de lo que era hace un año y en los adultos jóvenes de la generación Z (nacidos de 1997 en adelante), el porcentaje llega al 34 %, según el informe de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA).
Fuente: https://www.eltiempo.com/