Fue con ese gobierno con el que EU forjó nuevos vínculos con Cuba y le permitió a la isla un poco de apertura, algo que se vino abajo por orden del gobierno de Donald Trump.
Aunque en su plataforma electoral Biden sólo mencionó a Centroamérica en un plan de inversión económica para frenar la migración, el demócrata tendrá un trato para Latinoamérica completamente distinto al que ha tenido Trump, quien ha amagado a México y Centroamérica.
Biden comenzó a incluir en su gobierno a hijos de inmigrantes mexicanos, como el doctor Robert Rodríguez, quien nació en Brownsville y es catedrático en la Universidad de California en San Francisco, y formará parte del equipo que Biden anunció contra el covid-19.
Rodríguez, experto en emergencias médicas, elaboró un extenso estudio sobre el impacto de la retórica antiinmigrantes del presidente saliente en la salud de la comunidad inmigrante en EU.
Aunque sin hacer todavía el nombramiento, fuentes demócratas consultadas por Excélsior mencionan al hijo de inmigrantes mexicanos Xavier Becerra, procurador general de California, quien ha presentado más de cien demandas contra Trump, como potencial candidato a fiscal general de EU.
El virtual presidente electo prevé invertir cuatro mil millones de dólares en cuatro años en el Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), para reducir la migración.
Desde los primeros momentos de anunciar su candidatura a la presidencia, Trump ha insultado e intimidado a nuestros vecinos más cercanos y ha demonizado a migrantes y a la gente de nuestras naciones amigas en toda la región”, dice la página del demócrata.
En cuanto asuma la presidencia, el 20 de enero, Biden girará —afirmó— órdenes ejecutivas para revertir las políticas migratorias de Trump, principalmente restaurar el programa que protege ante deportaciones a unos 800 mil dreamers, de quienes cerca de medio millón son de origen mexicano.
También planea declarar una moratoria a todas las deportaciones y revisar que la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) deje de hacer detenciones “colaterales”.
También el muro fronterizo que levanta Trump quedaría inconcluso.