La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió por mayoría mantener la tasa de referencia en 4.25 por ciento, luego de haberla bajado por 11 ocasiones consecutivas, aunque un miembro votó por disminuir dicho objetivo a un nivel de 4.00 por ciento.
El banco central explicó que esta decisión obedece al incremento de la inflación, la cual aumentó de 4.01 por ciento a 4.09 por ciento entre septiembre y octubre de 2020, por arriba de la meta de 3.0 por ciento.
De acuerdo con el anuncio de política monetaria del Banxico, en el aumento de la inflación destacaron las alzas en los precios de las frutas y verduras, y las expectativas para el cierre de 2020 se incrementaron, mientras que las de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a la meta de 3 por ciento.
Con respecto a la actividad económica, el banco central indicó que después de la última decisión de política monetaria, el peso mexicano presentó volatilidad y una apreciación, mientras que las tasas de interés registraron ajustes moderados, las de corto plazo a la baja y las de mayor plazo al alza.
La información oportuna sugiere que después de una profunda contracción en el segundo trimestre, la actividad económica en México mostró una recuperación en el tercero, si bien permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia en un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja.
En este sentido, el instituto central manifestó que los retos derivados de la pandemia del coronavirus para la política monetaria incluyen tanto la importante afectación a la actividad económica, como un choque financiero y sus efectos en la inflación.
Puntualizó, la probabilidad de episodios de depreciación cambiaria; persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; y problemas logísticos y mayores costos asociados a las medidas sanitarias.
En este contexto, el Banco de México reiteró que su Junta de Gobierno tomará las acciones que considere necesarias con base en la información adicional, a fin de que la tasa de referencia sea congruente con la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a su meta, en el plazo en el que opera la política monetaria.
No obstante, añadió que perseverar en fortalecer los fundamentos macroeconómicos y adoptar las acciones necesarias en los ámbitos monetario y fiscal, contribuirá a un mejor ajuste de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto.
Fuente: Milenio