La violencia de género alcanzó, durante septiembre, la cifra más alta de la que se tenga registro.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el mes pasado se abrieron un total de 401 carpetas de investigación por violencia de género.
El número de carpetas de investigación superó las 371 que se abrieron en julio, cuando se tenía la cifra más alta.
El Estado de México encabezó la lista con 200 carpetas de investigación.
Le siguen Veracruz, con 98; Coahuila, con 57; Guerrero, con 38, y Chihuahua con 29.
En total, de enero a septiembre, se registraron 2 mil 942 carpetas a nivel nacional por violencia de género.
De acuerdo con los registros, 2019 todavía se mantiene como el año más violento en este sentido con 959 casos, la cifra más alta desde 2015, cuando inició el registro de este tipo de delito.
Para identificar y combatir la violencia en casa, así como facilitar una mejor convivencia durante el confinamiento por COVID-19, la Coordinación para la Igualdad de Género de la UNAM emitió una guía de acciones y recomendaciones sobre qué hacer en estos casos.
De acuerdo con la entidad universitaria que encabeza Tamara Martínez Ruiz, la violencia de género ha aumentado en el hogar desde el inicio del confinamiento -en marzo pasado- por lo que es importante saber qué hacer ante esa situación y a quién acudir.
La violencia contra mujeres, niñas y adolescentes es una violación a los derechos humanos de proporciones pandémicas en el espacio público y privado, afirmó.
Asimismo, recordó los diferentes tipos de violencia en contra de las mujeres para que quienes sean afectadas puedan identificarla y denunciarla.
Existe la violencia psicológica y verbal, que provoca daño emocional y disminución de la autoestima; la física, que daña el cuerpo de otra persona; el acoso cibernético, que utiliza la tecnología para amenazar, avergonzar, intimidar o criticar a otra persona; la sexual, que involucra cualquier acción que vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva, y la económica o patrimonial, que menoscaba los recursos económicos o patrimoniales de la mujer.
La Coordinación sugirió que si alguien se considera en peligro, es recomendable tener a la mano los documentos de identidad, llamar a familiares o amistades para informarles, y tener una maleta con varias mudas de ropa.
En otra publicación, la Coordinación para la Igualdad de Género presentó acciones que se pueden implementar para favorecer la convivencia con perspectiva de género y lograr una relación menos conflictiva.
Entre ellas mencionó la conciliación, que favorece una mejor relación entre el trabajo a distancia, las labores domésticas, los cuidados, la vida personal y la familiar.
Otra es la corresponsabilidad, que implica el reparto equilibrado de los quehaceres domésticos; el cuidado de los hijos, los adultos mayores o personas enfermas y mascotas; y una distribución equitativa del tiempo que hombres y mujeres emplean en estas labores.
Fuente: Staff