Una vacuna contra el COVID-19 puede estar lista para fin de año, dijo ayer Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Lo más importante ahora, aseguró, es usar las herramientas que se tienen a falta de vacunas: medidas de prevención e higiene, tratamientos, diagnóstico lo más rápido posible y rastreo de contactos.
Nueve vacunas experimentales están en proceso de estudio como parte de la incitativa mundial COVAX, dirigida por la OMS, que tiene como objetivo distribuir dos mil millones de dosis para fines de 2021.
La reunión de dos días de la junta, que examinó la respuesta global a la pandemia, escuchó pedidos de países como Alemania, Gran Bretaña y Australia por reformas para fortalecer la agencia de la ONU.
Por otra parte, los contratistas privados a los que recurrió Moderna para reclutar voluntarios para el ensayo de su vacuna no lograron captar a suficientes participantes negros, latinos y nativos americanos para determinar su eficacia en esos grupos étnicos, informaron investigadores que están tomando parte en el proceso.
Para compensar el déficit, Moderna demoró el proceso de captación de voluntarios para su ensayo de fase final e instruyó a los centros de investigación a que se centraran en aumentar la participación de minorías, dijo la firma. La decisión es apoyada por académicos con relaciones con organizaciones de la comunidad negra y de otras minorías.
Cinco investigadores que trabajan en el ensayo de Moderna dijeron que no tardaron en llenar una gran parte de las vacantes para el estudio con 30 mil personas, con voluntarios en su mayoría blancos.
Fuente: REUTERS Y EFE