El gobierno de Donald Trump anunció una nueva reducción de la cuota de refugiados admitidos en Estados Unidos con un límite de 15.000 personas en 2021, un mínimo histórico con el que busca fortalecer su dura política migratoria de cara a la elección presidencial de noviembre.
El Departamento de Estado hizo este anuncio el miércoles por la noche, media hora antes del inicio del año presupuestario 2021 el 1 de octubre, respetando al límite el plazo establecido por la ley.
En los próximos 12 meses, un máximo de 15.000 refugiados podrán ser admitidos en el país -a menos que haya un cambio de gobierno- frente a los 18.000 refugiados autorizados el año previo.
La cifra cayó a su nivel más bajo y representa una ínfima cantidad respecto a las 100.000 personas acogidas anualmente durante el gobierno del presidente anterior, el demócrata Barack Obama.
El republicano Trump, que aspira a un segundo mandato y ha hecho de la lucha contra la inmigración una de sus prioridades, ya suspendió las admisiones de refugiados durante meses este año, con el pretexto de la pandemia de covid-19.
Al presentar la medida, el Departamento de Estado argumentó que Estados Unidos busca ayudar a los refugiados «lo más cerca posible de sus hogares», para que puedan regresar.
“Centrándonos en primer lugar en poner término a los conflictos que conllevan los desplazamientos y suministrando una ayuda humanitaria en el extranjero para proteger y ayudar a las personas desplazadas, podemos prevenir los efectos desestabilizadores de estos desplazamientos en los países afectados y sus vecinos», afirmó en un comunicado.
Los defensores de los refugiados habían suplicado al gobierno de Trump que aumentara las admisiones, ante los conflictos mundiales y la nueva inestabilidad que originó la pandemia.
“La acción del presidente es decepcionante pero no sorprende», dijo de Eric Schwartz, presidente de Refugees International.
“Es parte de una estrategia general de alarmismo y denigración de los refugiados», dijo Schwartz, quien estuvo a cargo de la política de refugiados bajo el mandato de Obama.
Manar Waheed, de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), dijo que Trump intentaba pulverizar los sistemas de inmigración «para detenerlos y asegurar que los inmigrantes negros y morenos no tengan refugio en nuestra nación».
Fuente: Excélsior