Una vez que el gobierno de México logró ponerse al corriente con el pago de agua a Estados Unidos, previsto en el Tratado de Aguas de 1944, la problemática continua en el interior del país, advierten especialistas.
Los caminos para llegar a un acuerdo antes del 24 de octubre para saldar la entrega de agua a Estados Unidos no fueron fáciles, debido a que los agricultores de Chihuahua pusieron en jaque al gobierno federal mexicano, la parte norteamericana endureció su postura y la sequía en el norte del país no ha permitido almacenar grandes cantidades de agua, por lo que saldar en unos días el equivalente a la mitad de lo que se paga en un año se veía complicado para el gobierno federal.
La especialista en tratados internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Norma Solórzano, destacó que no solo los agricultores de Chihuahua son afectados, sino también las poblaciones de los estados que también integran la cuenca del Río Bravo: Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
“El problema es que cuando se llegue a pagar el adeudo con Estados Unidos, y que México va a tratar de todas las maneras posibles de pagarlo, la situación al interior de los estados va a estar grave, quizá sufran de desabasto de agua como ya pasó (…) en el 2000, que también ahí vimos un conflicto que tuvo por el adeudo al final México, pagó y tuvo que agarrar agua de otros lados para eso y en su momento el gobernador Texas (Rick Perry) dijo “bueno, acepto esta agua que me estás dando, no es la que se había comprometido pero te la estoy aceptando”, dijo.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, (Conagua), las presas internacionales abastecen 410 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua potable a 1.2 millones de personas de 13 ciudades de Coahuila y Tamaulipas, por lo que al transferir el líquido a Estados Unidos, estas ciudades estarían en riesgo de desabasto:
Tres ciudades en Coahuila:
Ciudad Acuña
Piedras Negras.
Hidalgo
Diez ciudades en Tamaulipas:
Nuevo Laredo
Guerrero
Mier
Gustavo Díaz Ordaz
Camargo
Miguel Alemán
Reynosa
Valle Hermoso
Río Bravo
Matamoros
Continuamente, México ha tenido retrasos en el pago, pero el acta 234 del tratado establece que no se pueden tener faltantes en las entregas de México en dos años consecutivos. En el ciclo anterior, México tuvo déficit en la entrega al finalizar el ciclo, que fue saldado posteriormente.
La especialista Solórzano dijo que, de no haber cumplido con la entrega a tiempo, el vecino país podría haber presionado a México a través de sanciones arancelarias en varios rubros, o solicitar renegociar el tratado para actualizarlo en materia de cambio climático, que se acuerde un nuevo post pago o que se entregue agua en otros estados.
Para esta última opción, aunque ya se hizo en el sexenio de Vicente Fox el gobernador de Texas, Greg Abbot, cerró la puerta tajantemente.
En el caso de una renegociación del Tratado de Aguas, la académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Aragón recordó que el gobierno mexicano ha rechazado esa opción por considerar que en la actualidad beneficia a nuestro lado.
“Por parte del gobierno federal, la postura es que no se quiere una renegociación porque se considera que México perdería ciertos puntos o posibilidades de flexibilización en el tratado”, comentó.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que México recibe más agua de la que entrega y por eso no es conveniente revisar este acuerdo internacional.
No obstante, la especialista considera que ya es necesario que se actualice debido al cambio climático, a las continuas sequías y a la explotación y uso de aguas subterráneas. En cualquiera de los casos, reconoció que los más afectados en todo esto podrían ser los agricultores no solo de Chihuahua, sino de varios estados a corto, mediano y largo plazo.
“Fue en el gobierno de ex presidente Vicente Fox, en el 2000 donde también, al finalizar el quinquenio, se tuvo un adeudo de 400 millones de metros cúbicos. Se llevó agua de Tamaulipas y de Coahuila para poder pagar ese adeudo, pero el problema no se quedó en el pago a Estados Unidos pues la consecuencia se tuvo al interior de estos estados que ayudaron a pagar y se quedaron sin agua”.
El norte de nuestro país se abastece de agua de los ríos Bravo y Colorado, los cuales compartimos con Estados Unidos, así que para regular el aprovechamiento de esos cauces, ambos países firmaron en 1944 el Tratado sobre Distribución de las Aguas Internacionales, que especifica el uso de las denominadas “aguas internacionales” entre ambas naciones.
Del Río Colorado, Estados Unidos dota a México de mil 850 millones de metros cúbicos de agua cada año; mientras que del Río Bravo a Estados Unidos, México realiza entregas de agua en ciclos de cinco años, en un promedio mínimo anual de 432 millones de metros cúbicos. (Milenio)