Un repunte en los casos de COVID-19 en México encendió las alarmas de un posible rebrote de la pandemia, luego de que habían logrado un control durante unas nueve semanas.
Aunque el repunte por el momento no se considera muy elevado, el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia, indicó que las noticias no son buenas.
“No nos gustan nada estos estancamientos en la trayectoria de descenso de la epidemia. Hay que mantenernos expectantes”.
En ese sentido, las autoridades sanitarias indicaron que se mantendrán enfatizando en las medidas para prevenir contagios.
López-Gatell explicó que la semana cerró con un aumento de entre el 1 y el 3%. También, agregó que subió el porcentaje de positividad en las personas a las que se aplicaron pruebas, que pasó del 59% en la última semana de julio al 37% y ahora ha remontado hasta el 39%.
Este escenario, si bien alerta a las autoridades sanitarias, consideran que no se puede hablar de rebrote hasta que se analicen otros elementos.
“Si empezara ahora a aumentar la intensidad epidémica de acuerdo a los distintos indicadores —la incidencia, la incidencia de hospitalizaciones, la mortalidad, etc.— hablaríamos de rebrote. Todavía no ocurre esta situación”, manifestó López-Gatell.
México superó el viernes los 809,000 contagios confirmados con al menos 83,507 fallecidos por COVID-19. El escenario se vuelve alarmante en vista de que el otoño y la temporada de la influenza pueden complicar la situación de la pandemia.
Más de la mitad de los estados del país, 17 de 32 entidades, están en semáforo naranja, es decir el segundo nivel de alerta. Mientras tanto, 14 están en amarillo y sólo Campeche, en el sudeste del país, está en verde, el nivel mínimo de emergencia. La buena noticia es que ningún estado se encuentra en rojo.
No obstante, poco a poco siguen reabriéndose más actividades en casi todas las regiones, lo que podría ser la razón del repunte.
Fuente: https://www.lanoticia.com/ /AP