El capitán del Real Madrid, Sergio Ramos, volvió a demostrar este sábado que es el hombre ideal para las grandes ocasiones, al transformar un discutido penal para ayudar a su equipo a ganar por 3-1 a su eterno rival, el Barcelona, en un Camp Nou vacío.
Ramos, en su cuadragésima quinta aparición en un Clásico, anotó el penal tras caer en el área cuando su camiseta fue tirada por el jugador del Barça Clement Lenglet durante un córner, según la revisión del VAR.
El defensor mostró su habitual calma para marcar desde el punto penal en el minuto 63 y restablecer la ventaja después de que Federico Valverde abrió el marcador para el Madrid en el minuto 5 y el delantero de 17 años del Barca, Ansu Fati, empató menos de tres minutos después.
El Barça se quedó sin fuerzas en la segunda parte y el Madrid desperdició dos grandes ocasiones de sentenciar el partido tras el penalti de Ramos, antes de que el suplente Luka Modric sellara finalmente la victoria con un gol en los descuentos.