El presidente Andrés Manuel López Obrador pidió esperar a que se conozcan las pruebas que el gobierno de los Estados Unidos presentará en el caso contra Salvador Cienfuegos para determinar el nivel de responsabilidad del exsecretario, del resto de las fuerzas armadas y del expresidente Enrique Peña Nieto.
En entrevista desde Tapanatepec, Oaxaca, el titular del Ejecutivo estableció que en caso de que se encuentre culpable a Cienfuegos, no significa que toda la estructura de la Sedena estuviera contaminada.
“Aún en ese caso, si él resultará responsable, no es lo mismo la conducta del general secretario Cienfuegos que una institución como la Secretaría de la Defensa.
“No es profesional, no es justo culpar a toda la oficialidad del Ejército, de estar involucrada en este caso”, expuso López Obrador.
El presidente matizó su postura inicial de que todos los mandos de la Defensa Nacional que hayan tenido relación con Cienfuegos deben ser separados de sus cargos, pues, reconoció, hay quienes llegaron a ellos mediante sus méritos en el servicio y por escalafón y no por estar involucrados en actividades ilícitas.
Sólo se separará de la milicia a aquellos a quienes se les compruebe que hubo relacionen actividades ilícitas junto con el exsecretario.
“Si están todavía en activo todavía esos oficiales tienen que ser retirados de sus cargos y sometidos a juicios, para que se cumpla con la ley, que no haya impunidad”, insistió el titular del Ejecutivo.
López Obrador insistió en que es posible que, de comprobarse, Cienfuegos haya brindado protección a un cartel del crimen organizado sin que el expresidente Enrique Peña Nieto se haya enterado, pues el tema de seguridad era abordado de una manera más relajada y sin la disciplina de la actualidad.
También estableció que en México ya no se permite a corporaciones de los Estados Unidos participar con las fuerzas armadas de México en operativos y actividades de inteligencia en nuestro país.