La Secretaría de Salud (Ssa) recomienda que en los casos donde hay enfermos con lepra la vigilancia epidemiológica sea estrecha con revisión cada seis meses, con la intención de identificar de manera oportuna casos nuevos.
Sinaloa tiene 32 casos confirmados, el cual lo coloca como el estado con más casos. Michoacán con 15 casos y Jalisco con 6 conforman el top de tres lugares con más presencia de la lepra. Nayarit suma cinco casos, mientras que Chiapas y Nuevo León tienen 4 casos.
Los estados que tienen entre 1 y 3 son: Estado de México (1), Morelos (1), Oaxaca (1), Aguascalientes (1), Baja California (2), Coahuila (2), Guanajuato (2), Quintana Roo (2), Tamaulipas (2), Colima (3), Guerrero (3), Yucatán (3).
Una persona puede ser portadora de la lepra, enfermedad que puede verse representada por dolor en articulaciones, ampollas, enrojecimiento, erupciones, perdida de color o úlceras en la piel.
Las lesiones cutáneas son las reacciones más frecuentes. Suelen ser más claras que el color normal de la piel.
Pueden aparecer lesiones en la piel que no curan después de algunas semanas o meses.
Adormecimiento de la piel debido al daño en los nervios debajo de la piel.
Debilidad muscular.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer avance importante en el tratamiento se realizó en los años 40 con la dapsona. En los años 60 se conocieron la rifampicina y la clofazimina, juntos se añadieron, a lo que hoy conocemos como tratamiento multimedicamentoso (TMM). La OMS proporciona el tratamiento multimedicamentoso gratuitamente a todos los enfermos de lepra.
El TMM consiste en la administración de dapsona y rifampicina para todos los pacientes, a los que se añade clofazimina en caso de enfermedad multibacilar (la más severa).
En la actualidad para la lepra paucibacilar se recomienda una combinación de rifampicina y dapsona durante seis meses y una combinación de rifampicina, dapsona y clofazimina durante 12 meses en la lepra multibacilar, prolongándose más tiempo en casos especiales.
Fuente: Heraldo de México