La estatua de Cristobal Colón, sobre Paseo de la Reforma, fue retirada de su pedestal, durante la madrugada del sábado, junto con las figuras de los frailes Pedro de Gante, Bartolomé de las Casas, Juan Pérez de Marchena y Diego de Deza, para ser restauradas, informó el gobierno capitalino.
La Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, Encabezada por Alfonso Suárez del Real, informó que recibirá una restauración profunda con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Centro Nacional Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).
La secretaría explicó que la determinación de darle mantenimiento a la Glorieta de Cristóbal Colón, la cual históricamente fue la primera estatua colocada en Paseo de la Reforma en 1877, fue consultada y aprobada por el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (Comaep).
En las últimas semanas, diversos grupos en redes sociales convocaron a una protesta para destruir la estatua el 12 de octubre, emulando manifestaciones antirracistas en EU y Europa, donde se han derribado efigies similares.
Tras el retiro de la estatua de Cristóbal Colónpor trabajos de restauración, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, hizo un llamado a la población para reflexionar sobre el significado de la misma.
“Es un trabajo que se tiene con el INAH y el Inbal, la Glorieta de Colón se ha pintado y desde hace tiempo se había pensado su restauración. A lo mejor valdría ahora que se está restaurando una reflexión colectiva de qué representa, sobre todo hacia el próximo año: los 700 años de la fundación lunar de Tenochtitlan, 500 años de la Conquista, 200 años del México Independiente y esta visión que todos aprendimos del descubrimiento de América, como si América no existiera antes de que llegara Colón. Vale la pena una reflexión hacia el próximo año de lo que significa Colón o la calle Puente de Alvarado”, dijo en conferencia de prensa.
La estatua, que se ubicaba en la colonia Tabacalera, fue donada a la Ciudad de México por Antonio Escandón, empresario y banquero mexicano, quien la ordenó en 1873 al escultor francés Charles Cordier.
Fuente: El Heraldo de México