La mayoría de los pacientes de coronavirus sufre síntomas entre leves y moderados y se recupera con rapidez. Los pacientes mayores o enfermos tienden a tardar más en recuperarse. Eso incluye a personas obesas, hipertensas o con otras enfermedades crónicas.
Lo habitual es que la recuperación lleve de dos a seis semanas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un estudio en Estados Unidos determinó que en torno al 20 por ciento de los pacientes de entre 18 y 34 que no fueron hospitalizados aún tenía síntomas al menos dos semanas después de enfermar. Era el mismo casi para casi la mitad de las personas de 50 años en adelante.
Entre los que enfermaron tanto como para ser hospitalizados, un estudio en Italia determinó que el 87 por ciento seguía sufriendo síntomas dos meses después de enfermar. Entre esos síntomas había fatiga y dificultades respiratorias.
La doctora Khalilah Gates, especialista en pulmones residente en Chicago, señaló que muchos de sus pacientes de COVID-19 que estuvieron ingresados seguían teniendo ataques de tos, dificultades para respirar y fatiga entre tres y cuatro meses después de infectarse.
Resulta difícil estimar cuándo volverán a sentirse bien los pacientes de COVID-19, señaló.
“Lo perturbador de todo esto es que no tenemos todas las respuestas”, dijo Gates, profesora asistente en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste.
También resulta complicado predecir qué pacientes desarrollarán complicaciones una vez remita la enfermedad inicial.
El COVID-19 puede afectar a casi todos los órganos, y las complicaciones en el largo plazo pueden incluir inflamación cardiaca, una función renal disminuida, confusión, ansiedad y depresión.
No está claro si estos problemas se deben al virus en sí o a la inflamación que provoca, indicó el doctor Jay Varkey, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Emory.
“Una vez te recuperas de la enfermedad grave, no se ha acabado necesariamente”, dijo.
Fuente: El Financiero