Una segunda ola de coronavirus azota con fuerza a Europa obligando a muchos países a restablecer las restricciones para combatir la pandemia. Pero Irlanda y Gales se convirtieron esta semana en los primeros en dictar algo que todos quieren evitar debido a su impacto económico y social: el confinamiento.
Irlanda entrará en cuarentena casi total durante seis semanas a partir de mañana a la medianoche en un intento por contener el alza en las infecciones, anunció el primer ministro. Se trata de la segunda cuarentena desde otra impuesta a fines de marzo, que comenzó a ser levantada por etapas a mediados de mayo.
Michéal Martin dijo hoy a periodistas que las medidas regirán hasta el 1 de diciembre y llamó a sus compatriotas a «unirse» en el cumplimiento de las nuevas restricciones para poder celebrar la Navidad.
«No será la misma Navidad que disfrutamos en años anteriores, pero si seguimos el espíritu de estas nuevas reglas, será un momento muy especial y nos dará un respiro de las dificultades de los últimos siete meses», agregó, citado por la emisora pública RTÉ.
Martin explicó que el Gobierno decretó el nivel más alto entre los cinco previstos para hacer frente a la pandemia, con lo que Irlanda se encamina a tener la cuarentena más estricta de Europa. Las personas deberán quedarse en su casa, y solo podrán hacer ejercicios dentro de un radio de 5 kilómetros de su domicilio.
Solo podrán abrir los negocios esenciales, los bares y restaurantes solo podrán tomar pedidos para llevar y estarán prohibidas las reuniones sociales y familiares en interiores y al aire libre, aunque las escuelas permanecerán abiertas. Las bodas estarán permitidas, pero con un máximo de 25 personas.
Irlanda ha registrado un aumento de los casos diarios en semanas recientes. El Gobierno anunció ayer 1031 nuevos contagios, mientras que las muertes ya son 1852 en un país de unos cinco millones de habitantes.
En tanto, la provincia británica de Gales, con tres millones de habitantes, se someterá a un confinamiento de dos semanas a partir del viernes, anunció el primer ministro galés, Mark Drakeford, en lo que constituye la medida más difícil introducida en el Reino Unido en esta segunda ola de contagios.
Entretanto, ante el preocupante incremento de casos en gran parte de Europa y Estados Unidos, el jefe de urgencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejó con urgencia «poner los casos de contacto en cuarentena».
Hay que «garantizar que cada uno de los individuos en contacto con casos confirmados de Covid-19 sea puesto en cuarentena el tiempo necesario para quebrar la cadena de transmisión», declaró el doctor Michael Ryan, director de asuntos de urgencia sanitaria de la OMS.
El seguimiento de los casos de contacto es deficiente en muchos países Europa, donde el Covid-19 deja más de 250.000 muertos, con un aumento exponencial de los contagios.
Otros países del continente incrementan las restricciones, aunque sin llegar al confinamiento. Los cafés y restaurantes de Bélgica permanecen cerrados durante cuatro semanas a partir de este lunes. El país, de 11,5 millones de habitantes, con 192.000 casos y más de 10.000 decesos, tiene una de las mayores tasas de mortalidad por Covid-19 del mundo: 90 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
Desde el sábado, los habitantes de París y de otras ocho ciudades francesas deben quedarse en casa desde las 21:00 horas hasta las 06:00, durante cuatro semanas.
Esta medida gana terreno en el continente. Eslovenia también anunció un toque de queda entre las 21:00 y las 06:00, después de que los contagios se duplicaran en una semana.
En España, la ciudad de Burgos adoptará desde la noche del martes, como otras antes que ella, un cierre perimetral y sus 175.000 habitantes no podrán salir ni entrar de la localidad, salvo para ir al trabajo o al médico. Los comercios y restaurantes verán restringido el aforo y el horario.
En Suiza, hasta ahora relativamente poco afectada, las infecciones aumentaron en un 146% la semana pasada y, entre otras medidas, la mascarilla pasó a ser obligatoria en lugares públicos cerrados.
Italia también impuso restricciones desde el lunes en bares y restaurantes, actividades deportivas o ferias populares. El país parecía haberse librado de la crudeza de la segunda ola, pero desde principios de mes registra un alza importante de contagios.
Fuente: AFP