Chile se enfrentará a una jornada histórica. Después de 40 años, casi 15 millones de ciudadanos decidirán el futuro de la constitución vigente, redactada en 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Con ello, el gobierno de Sebastián Piñera busca liberar un poco de presión generada por las revueltas en 2019 que pusieron en riesgo su administración.
Serán dos temas principales. El primero es si se aprueba o rechaza la idea de cambiar la constitución vigente de 1980. En la otra, se le preguntará a la ciudadanía por el órgano que la redactará: si es una convención constitucional compuesta por 155 ciudadanos elegidos para ese fin o una convención mixta de 172 miembros, integrada en mitad y mitad por miembros de las dos fuerzas políticas del país.
Es importante señalar que en caso de que gane la propuesta de cambio, el órgano que redactará la nueva carta magna estará formada en mismo número por hombres y mujeres.
Hay dos factores que podrían presentar un panorama pesimista para este plebiscito. El primero es que en Chile, a diferencia de varios países de Sudamérica, el voto no es obligatorio. El segundo es que el país andino aún no logra controlar la primera ola de contagios por Covid-19, lo que hace más complejo que la gente quiera salir a votar corriendo algunos riesgos de salud.
Fuente: Heraldo de Mèxico