El ritmo de recuperación que tomaron las ventas de autos nuevos desde que tocaron fondo en abril ha empezado a ir más lento. En agosto, los distribuidores de vehículos esperaban vender 81,112 modelos nuevos, sin embargo, el dato real se quedó unas 4,000 unidades abajo, pese a las promociones y a las novedades que llegaron a los pisos de venta durante el mes.
En agosto, se comercializaron 77,092 unidades. “Aunque se mantiene la tendencia de recuperación respecto del punto de mayor caída de abril, en el mes de agosto se observó una desaceleración respecto al mes anterior: mientras que en julio se vendieron 10,060 unidades más que en junio; en agosto solo se vendieron 4,195 unidades más respecto a julio”, dice Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
De entre las 30 marcas disponibles en el mercado mexicano, solo cuatro registraron un resultado positivo respecto a las ventas obtenidas en agosto de 2019: las japonesas Subaru y Mitsubishi -que introdujo el mes pasado el sedán subcompacto Mirage G4-, y las premium Porsche y Land Rover -que luego de un par de meses de retraso pudo presentar a su icónico 4×4 Defender-.
El resto de las marcas registraron caídas, algunas superiores al 60%, como fue el caso de Jaguar. Incluso las que habían mantenido un buen ritmo de recuperación tras el cierre de los pisos de venta y el desplome de abril, tuvieron un frenón en agosto. Mercedes-Benz, por ejemplo, registró su segunda mayor caída en el año: 42% respecto a agosto de 2019.
El mes de abril, cuando se vendieron solo 34,903 vehículos nuevos, continúa siendo el peor mes para el sector.
Aunque las marcas han tratado de reactivar el mercado con tasas de interés bajas -de 6% o 7%-, con pagos diferidos y con precios de empleado, la crisis económica que desató la pandemia del coronavirus, combinada con el incremento en los precios de los autos, ha mermado la capacidad adquisitiva de los consumidores. Además, dice Rosales, la posibilidad de un rebrote de COVID-19, que pudiera restringir nuevamente las actividades económicas y la movilidad social, genera incertidumbre en el mercado.
Entre los factores que pueden impulsar la recuperación del mercado, Rosales señala revertir el desempleo ocasionado por la pandemia y la reapertura de la totalidad de los pisos de venta. “Por ejemplo, Veracruz, sexto mercado estatal de vehículos, permaneció con los pisos de venta cerrados en su gran mayoría durante todo el mes de agosto”, dice.
En medio de este panorama, los distribuidores prevén que la curva de recuperación de la demanda de vehículos nuevos en México será lenta, manteniendo la expectativa de una caída superior al 27%, en 2020 en comparación con el año pasado.
Las ventas acumuladas entre enero y agosto ascienden a 586,410 unidades, 31.4% menos que lo comercializado en el mismo periodo de 2019.
Fuente: Expansión