El gobierno federal recortará drásticamente el presupuesto destinado para ayudar a los desempleados a colocarse en el mercado laboral. Para el 2021, los recursos del Programa de Apoyo al Empleo (PAE) se reducirán 92% y la bolsa pasará de 704.8 a 55.5 millones de pesos. Además, ya no estará sujeto a reglas de operación.
El PAE es uno de los ejes principales del Servicio Nacional de Empleo (SNE) y sus oficinas estatales. De sus recursos depende la vinculación de buscadores de empleo con vacantes, la organización de ferias de empleo, la capacitación de personas para el autoempleo y para acceder a mejores oportunidades laborales, así como el financiamiento del subprograma de movilidad laboral de jornaleros agrícolas.
Este recorte al programa no es nuevo. En el 2018 este renglón del presupuesto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) recibió una partida de 975.3 millones de pesos y en el primer año de la presente administración, en el 2109, la bolsa autorizada fue 722.9 millones de pesos, una reducción de 26%; para el 2020, de 704.8 millones de pesos, un ajuste a la baja de 3 por ciento.
A pesar de ello, el Programa de Apoyo al Empleo tuvo un rediseñó para mejorar su atención. Se cambió el foco en “atenciones” por “personas atendidas”. La reconfiguración de los servicios del SNE, que contempló un cambio en el PAE, fue para dar un acompañamiento más puntual a los buscadores de empleo, desde un diagnóstico para conocer las competencias de las personas, hasta brindar capacitación y valoración de las mejores opciones de trabajo.
Antes del rediseño de los servicios, la oficina del Servicio Nacional de Empleo sólo enviaba a las personas a las empresas que tenían vacantes, sin darles seguimiento. Incluso, los buscadores de empleo que acudían en más de dos ocasiones al SNE, eran registrados como una “atención” distinta, duplicando las cifras. Por ello el cambio en el modelo de medición.
Sin embargo, en mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público amagó con retirarle fondos al PAE para destinarlos al plan de reactivación económica anunciado para enfrentar el impacto de la crisis por la Covid-19. Esta situación, llevó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a notificar a los estados de la cancelación de los convenios vigentes para la coordinación del programa, lo que puso en peligro la operatividad de las oficinas estatales del SNE.
Aunado a esto, el gobierno federal eliminó al PAE de la lista de programas federales que estarán sujetos a reglas de operación dentro del Presupuesto de Egresos, por lo que podrá operar sin indicadores específicos para medir sus resultados.
Especialistas en materia laboral coinciden que la reducción del presupuesto del PAE implica casi la desaparición del programa, en un momento donde se requiere apoyar el empleo y las estructuras de trabajo formal.
“Lo están desapareciendo”, sentencia Armando Leñero. Para el presidente del Centro de Estudios del Empleo Formal (CEEF), el recorte al PAE es una señal clara de que el gobierno no apoyará el empleo formal. “El mensaje que se va a mandar es, cero apoyos a la formalidad, pero sí a la informalidad”, afirma.
¿Cómo se va a sustituir este programa? Cuestiona Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores. “En estos momentos es cuando se requería este programa. Sin embargo, no debemos perder de vista que es un programa que no ha estado en las prioridades gubernamentales, a pesar de las circunstancias difíciles del empleo”.
En un año recesivo y con una alta necesidad de empleo debido al impacto económico de la pandemia por el nuevo coronavirus, es un error casi desaparecer el Programa de Apoyo al Empleo con este ajuste presupuestal, opina el especialista.
Desde la perspectiva de José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), este recorte confirma que para el presidente Andrés Manuel López Obrador, “la ocupación y el empleo que están generando sus programas estratégicos, como Jóvenes Construyendo el Futuro y los apoyos que han estado dando durante la contingencia, en realidad son los que cumplen con los criterios del empleo que él quiere formar”.
Desde esa perspectiva, expone, el PAE podría considerarse una inversión duplicada para el gobierno. “Me parece que es una antesala de su desaparición”, asegura.
Carlos Ramírez coincide en ese punto. El gobierno no tiene confianza en el PAE, expone, en contraste con los programas y megaobras que, incluso el propio Presidente, ha posicionado como palancas para intentar crear 2 millones de empleos.
Con este recorte, concluye Armando Leñero, las personas de bajos recursos y con menor formación son las más afectadas, ya que eran los principales beneficiarios de los programas contemplados en el SNE.
En tanto, en su programa sectorial para el resto del sexenio, la STPS definió como objetivo prioritario lograr la inserción en un empleo formal de las personas desempleadas, trabajadores en condiciones críticas de ocupación y personas inactivas con disponibilidad para trabajar, con atención preferencial a quienes enfrentan barreras de acceso a un empleo formal.
Fuente: https://factorcapitalhumano.com/