Las mujeres están en la primera línea de fuego de la covid-19, el confinamiento las expone a la violencia familiar y padecen la crisis económica más que los hombres. Aún así, “de los 12 países que mejor enfrentaron la pandemia, nueve están manejados por mujeres”, destacó la Alta Comisionada para los Derechos Humanos en la ONU, Michelle Bachelet. La dos veces presidenta de Chile dialogó por videoconferencia con el director de EL PAÍS, Javier Moreno, en el día de cierre del Hay Festival de Querétaro 2020, que este año se ha celebrado virtualmente. Se refirió a la situación de violencia en Colombia, destacó la liberación de 110 presos políticos y perseguidos en Venezuela y llamó la atención sobre la necesidad de reconocer que la violencia de género es un problema en México.
“En un país donde ha habido violencia durante mucho tiempo es posible que la violencia contra las mujeres esté naturalizada. Pero es clave que los líderes se hagan cargo de que el femicidio es una realidad dramática en nuestra región”, dijo Bachelet, consultada por Moreno acerca del rechazo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a reconocer los feminicidios como un problema estructural. “Como ex jefe de Estado creo que más vale hacerse cargo y decir que tenemos un problema y que vamos a ver cómo lo enfrentamos”. Parte de la solución está en “revalorizar el rol de la mujer y cambiar la cultura” desde los primeros años en la escuela. “Todos deben reconocer la igualdad de derechos, pero eso hay que inculcarlo desde chiquitos, defendiendo la igualdad de oportunidades en las cosas cotidianas, en los jardines infantiles, cuando los pequeños hablan con los padres”, recomendó Bachelet.
El rol de la mujer en la sociedad sobrevoló las respuestas de la expresidenta chilena, sin opacar la dimensión política del papel que tiene asignado en la ONU. Bachelet advirtió sobre las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, en una región que emergerá más pobre y desigual y con altas tasas de desempleo. Llamó a los Estados a apoyar a los más vulnerables en la carrera por la supervivencia y lamentó lo que consideró una “falta de coordinación” entre los países para enfrentar al virus. “Hemos visto en esta pandemia falta de liderazgo político, cada país ha mirado por si mismo. Lo entiendo, pero cualquier ministro de Salud sabe que no hay virus que respete las fronteras y que debemos cooperar”, dijo.
La situación en Venezuela ocupó buena parte de la conversación. Su oficina ha redactado seis informes con duras críticas a la situación de los Derechos Humanos en ese país. Bachelet destacó, con todo, el indulto y liberación de 110 presos políticos decretada por el presidente Nicolás Maduro la semana pasada. Dijo que, en su opinión, Caracas ha dado “un paso significativo en la mejora de los Derechos Humanos” y que las liberaciones, junto con el pedido de observadores electorales de la ONU y la UE, pueden ayudar a generar un clima de confianza hacia las elecciones parlamentarias de diciembre. “Es importante que si el gobierno de Maduro quiere demostrar que será una elección transparente, confiable, busque el máximo de garantías para que puedan participar la mayor cantidad de personas”, opinó.
Sobre la situación de violencia en Colombia, donde al proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha seguido una serie de masacres perpetradas por bandas armados vinculadas al narco, Bachelet apuntó a las disputas por los territorios abandonados por la guerrilla. “Muchos han asesinado campesinos para quedarse con sus tierras y hemos visto un incremento de las masacres, 34 masacres a la fecha, y por el otro lado siguen los asesinatos de líderes sociales y excombatientes de las FARC. Desde la firma de acuerdo han muerto 215 desmovilizados”, resumió. En el origen del problema, Bachelet encuentra a la impunidad. Ante la dificultad de los fiscales para dar con los culpables de las matanzas se impone la idea de que la violencia extrema no tiene costo. “Hay que intentar mejorar los sistemas que permitan la búsqueda de la verdad, de lo contrario será muy difícil, sobre todo en sociedades donde la violencia ha estado arraigada durante mucho tiempo”, advirtió la expresidenta.
“¿Qué pasa cuando la violencia la ejercen las propias fuerzas de seguridad”, preguntó Moreno. “En Colombia y en cualquier otra parte del mundo, cuando uno ha venido luego de una guerra donde era vivir o morir hay ciertas formas de establecer como te relacionas con la otra fuerza que son distintas a los tiempos de paz”, respondió Bachelet. Por eso, “como oficina, proponemos manuales para hacer ese trabajo cumpliendo las normativas básicas de DDHH”.
Fuente: El País