Una ilusión óptica, imagen o diversas representaciones de la realidad, suelen ser las causa para explicar una tragedia. Si estás en el desierto, es muy común. Si estás enamorado, lo es aún más. Para los efectos de esta columna consideramos que el espejismo es aplicado tanto física como psicológicamente.
Me explico, México en ambos sentidos vive hoy un gran espejismo creado por Andrés Manuel López Obrador, aprovechando las debilidades que culturalmente se habían venido provocando por los partidos políticos y las elites, que cuando menos en los últimos 40 años pasaron por la dirección del gobierno. Las promesas de resolver la consecuencia y no las causas de la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la inseguridad, la carencia de servicios públicos, falta de competencia económica, sindicalismo, deporte, etc. En resumen, no existe rubro o materia que este fuera de esta lógica. Promesas, promesas y más promesas. Que en la realidad se han traducido en una simulación monstruosa, negocios y remedios caseros para medio atender esas promesas.
Morena no es la salvación de México, como tampoco lo son los demás partidos políticos que durante años deterioraron en el camino el concepto de representación y democracia. Sin embargo no fueron los únicos, también otras instituciones han colaborado al deterioro social y al fortalecimiento del espejismo, los propios medios de comunicación, las casas encuestadoras, organizaciones civiles, entre otros. Sí, porque todos entraron en una lógica y dinámica egoísta y mercantilista, olvidando los principios primordiales. Jugar con el dinero era estar en el juego y ser parte del poder. Hoy, que no se tiene ni una ni otra, pareciera que siguen viendo e interpretando desde una óptica individual la realidad y el sentimiento social, en lugar de ver partir del conocimiento e identificación de la realidad colectiva.
Por otra parte AMLO confunde y se confunde. Acusa al neoliberalismo, pero no se da cuenta o finge no darse cuenta que sus colaboradores son mucho más neoliberales que los pasados.
Paradójicamente, existen datos que el propio sistema arroja y que nos da una luz en el camino, datos que son trascendentales no sólo para 2021, sino para el futuro a mediano plazo del país. Las casas encuestadoras que tanto presume AMLO establecen que el único competidor de Morena es el segmento de No sabe y No quiere contestar. Es decir, que la gente ya no quiere decir lo que piensa. Indudablemente eso significa un malestar mayor al reflejado en 2018. Ya que los puntos que ha disminuido en las preferencias Andrés Manuel López Obrador no se han trasladado o no significativamente a ningún partido político, incluido Morena.
Por ello el escenario que se presenta es mucho más complejo que en el 2018, en el que los mexicanos hartos y cansados de un modelo agotado, se dejaron llevar por el espejismo que encontraron en un líder que representaba la esperanza. Un líder que en estos primeros dos años de gobierno, ha venido generando una profunda decepción ante la falta de rumbo, proyecto y resultados, y en su lugar tan solo se escucha diariamente un discurso monotemático que empieza a fastidiar, pero sobre todo ha generado una mayor polarización. Si este momento político se plasmara en un libro el capítulo que ahora vivimos se podría titular «El desastre», pero de seguir como vamos pudiera escribirse un siguiente capítulo llamado «El Apocalipsis».
Como podemos apreciar cada vez es más evidente y alarmante la crisis de representación política, pero contrariamente también se presenta una oportunidad para crear una salida al marasmo, mediocridad y desesperanza provocados.
Es precisamente este espejismo que atizó AMLO y que lo hizo llegar a la Presidencia de la República, el que hoy tiene la mejor oportunidad de romperse si la sociedad comprende y reconoce que gracias ello está más empoderada que nunca, que los partidos políticos están a la deriva y que los números no mienten, porque cualquier vehículo que se presente en forma de un cambio que atienda verdaderamente las causas, a pesar del dinero, la manipulación, la veneración de algunos o concentración de poder, ganará fácilmente.