Los hechos ocurrieron en Ensenada, en Baja California, y Pedro Martínez ingresó al hospital en donde trabajaba la madre de su hijo, misma que había interpuesto cuatro denuncias en 2020, dos por lesiones agravadas y otras dos por privación ilegal de la libertad.

Según la Fiscalía General del Estado (FGE), Lucero Rubí de 26 años, había denunciado por última vez a Martínez el 10 de septiembre pasado.

Los mismo compañeros de la víctima, quien trabajaba en la oficina de Extensión de Cobertura de la Jurisdicción de Servicios de Salud en Vicente Guerrero, indicaron que Rubí llevaba varios años sufriendo violencia, por lo que decidió separarse hace ocho meses; y justo poco antes de perder la vida, se dirigió a las oficinas de la Fiscalía de San Quintín para conocer el avance de su denuncia.

Aparentemente, las autoridades no atendieron a la fallecida, ya que habrían estado cerradas las instalaciones por la pandemia.

Además, se detalló que la última denuncia que interpuso fue por secuestro, golpes y amenazas.

Según reportes policiales, Pedro le disparó a su expareja en el pecho y cabeza; luego se atrincheró en las instalaciones de la clínica y se quitó la vida; pese a los esfuerzos por trasladarlo a un hospital rural número 69 del IMSS, el hombre se quedó sin signos vitales.

Días previos a su feminicidio, Pedro llevó a la playa a Lucero donde comenzó a golpearla y la amenazó con un arma, sin embargo, policías municipales detuvieron al hombre, pero lo dejaron libre después.