Francia anunció este jueves un plan de rescate «histórico» para reactivar la economía, azotada por la crisis del coronavirus, centrado especialmente en salvar el empleo y evitar los despidos masivos en las empresas en dificultades este otoño.
El gobierno del presidente Emmanuel Macron inyectará 100,000 millones de euros (120,000 millones de dólares) en dos años en la economía, para contrarrestar el devastador impacto del coronavirus, en un momento en que se multiplican los rebrotes de Covid-19 en el país.
Este paquete, una combinación de gastos y desgravaciones fiscales, es cuatro veces mayor que la cantidad que Francia desembolsó hace más de una década para hacer frente a la crisis financiera mundial, y representa un tercio de su presupuesto anual.
Es un plan de una «envergadura histórica», señaló el primer ministro, Jean Castex, quien fue el encargado de revelar los detalles del proyecto, presentado como el más ambicioso anunciado hasta ahora entre los países europeos.
El objetivo del programa, centrado en el empleo, es volver en 2022 a los niveles de actividad anteriores a la crisis e intentar frenar los despidos, que este año podrían alcanzar los 800,000 debido a la crisis del Covid.
«El gobierno espera, con este plan, crear 160,000 empleos en 2021», detalló Castex, que llamó a las empresas del país a hacer un esfuerzo en este sentido.
«Relanzar la economía y luchar contra el desempleo es el objetivo prioritario del plan», resumió el jefe del gobierno.
El impacto del virus ha sumido a la economía francesa en su peor crisis desde 1945, con un Producto Interno Bruto (PIB) que se desplomó un 13.8% en el segundo trimestre, después de una caída de más del 5% en el primero.
Según las previsiones del gobierno, el PIB se contraería en un 11% este año.
Entre los 100,000 millones de euros, 80,000 millones (95,000 millones de dólares) pesarán directamente en el presupuesto del Estado y se sumarán a la deuda pública a corto plazo de Francia, que se prevé alcance 121% del PIB este año. Una parte, 40,000 se financiará con subsidios del Plan de Recuperación Europeo.
Francia espera presentar el programa el próximo mes a los socios de la UE cuya aprobación es necesaria para desbloquear los fondos, indicó el ministro de Asuntos Europeos, Clément Beaune.
En todo caso, el gobierno prometió a los franceses que no aumentará los impuestos. «No repetiremos el error de aumentar los impuestos que debilitarían nuestro crecimiento», subrayó Castex.
«Es económica y socialmente preferible bajar desequilibrar temporalmente las cuentas públicas con el fin de invertir y rearmar la economía, en lugar de hundirse en la austeridad, dejar que estalle el desempleo, la miseria y el drama humano», añadió el primer ministro.
Los economistas han acogido con satisfacción el abandono del tipo de medidas de austeridad que se vieron después de la crisis de 2008 y que fueron «un gran error», dijo Philippe Martin, que dirige el grupo de reflexión del CAE que asesora al gobierno. Gran parte del nuevo plan se centra en la oferta y la inversión.
Las medidas para los próximos dos años incluyen una ayuda de 35,000 millones de euros (42,000 millones de dólares) para el sector empresarial, en gran parte bajo la forma de recortes fiscales.
El empleo juvenil también es un objetivo importante del gobierno, con 6,500 millones de euros (7,700 millones de dólares) destinados a fomentar la contratación de los más jóvenes.
Más allá de las medidas de emergencia, el gobierno también espera estimular la inversión a medio plazo en tecnologías verdes, y ayudar a algunos sectores económicos como el de la salud a ser más competitivos.
Fuente: El Economista