El ataque que mató a ocho personas en un velorio en Cuernavaca, el pasado martes, desencadenó una ola de violencia que aviva la alerta roja que ya de por sí azota a la capital de Morelos, que concentra el mayor porcentaje de incidencia de delitos de alto impacto en el estado.
Por tercer día consecutivo se registró una balacera en la colonia Antonio Baraona, en Cuernavaca, Morelos, la misma donde el pasado 1 de septiembre un comando perpetró un ataque con armas largas, que dejó ocho personas sin vida y 14 heridos, cuando un grupo de personas se reunía para despedir a un joven que murió accidentado.
La tarde de ayer, medios locales informaron un nuevo ataque a la altura de la calle Lázaro Cárdenas, a unas cuadras del domicilio donde ocurrió el primer suceso.
Tras una ráfaga de disparos, que alertó a vecinos de ese polígono, uno de los más violentos de Cuernavaca, dos hombres resultaron heridos, uno perdió la vida.
El primero, un taxista quién se encontraba a bordo de su vehículo, fue trasladado a un hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, y un hombre más, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en la banqueta, en la calle Rubén Jaramillo.
A la jornada violenta se sumó otra balacera la mañana del miércoles, sobre la calle Revolución. De acuerdo con los reportes, un grupo armado disparó contra un domicilio ubicado en la esquina de la calle Tierra y Libertad, sin víctimas.
Tras los hechos de ayer, autoridades municipales aseveraron que la situación de violencia durante los últimos días “es el resultado de la pugna entre grupos antagónicos identificados por sus acciones delincuenciales, que buscan el control en distintas colonias del municipio”.
Ayer, autoridades morelenses informaron que ya se tiene identificado al grupo criminal propietario de las armas que se usaron para el ataque en el velorio.
El secretario de Gobierno del estado, Pablo Ojeda, detalló que gracias a las investigaciones balísticas se concluyó que las armas pertenecen al grupo criminal autodenominado ‘Los Colombianos’, que se disputa la zona centro de Cuernavaca, el cual está liderado por “un sujeto que hace llamar El Señorón, El Frank o El XL, explicó en entrevista televisiva.
Por separado, el fiscal General del Estado, Uriel Carmona, declaró que existen pruebas de que el ataque fue un ajuste de cuentas entre grupos delictivos que se disputan la zona.
“Lo que podemos decir, ya con pruebas, es que se trató de un ajuste de cuentas entre grupos delincuenciales que se tienen decretados que operan aquí”, lo cual, destacó, no significa que las víctimas necesariamente estén vinculadas en actividades ilícitas. “Es un hecho lamentable pero que no quedará impune, es una garantía que tenemos acá en la Fiscalía”, advirtió en entrevista radiofónica.
En enero pasado, el secretario de Gobierno alertó por Los Colombianos, una célula delictiva principalmente dedicada a las extorsiones, que ha tomado fuerza y se ha expandido por territorio morelense a lo largo del último año.
Fuente: La Razón