Aproximadamente un centenar de incendios forestales han quemado un área casi tan grande como el estado de Nueva Jersey en el oeste de Estados Unidos, creando una densa nube de humo que hizo que los estados de California, Oregon y Washington tuvieran los peores niveles de calidad del aire del mundo.
Oregon sufrió la peor parte de la destrucción, y los equipos de búsqueda aún no pueden ingresar a ciertas áreas donde los incendios hicieron arder múltiples comunidades pequeñas.
Molalla, una comunidad a unos 40 km al sur del centro de Portland, era un pueblo fantasma cubierto de cenizas, después de que se le dijera a sus más de nueve mil residentes que evacuaran. Solamente 30 personas se negaron a irse.
Mientras la intensidad de los vientos bajó y los niveles de humedad aumentaron, los bomberos lanzaron drones a un smog amarillento apocalíptico para ver qué tan cerca estaban las llamas.
“No sabemos dónde está el incendio“, dijo Mike Penunuri, teniente del Departamento de Bomberos de Molalla, mirando el humo en el centro de la ciudad que redujo la visibilidad a una cuadra.
La cifra de fallecidos por los incendios en la costa oeste de EU, que comenzaron en agosto, aumentó a 24, después de que siete personas fueron encontradas muertas el jueves por la noche en comunidades montañosas incendiadas a unos 140 km al norte de Sacramento, California, informó la autoridad estatal de bomberos, Cal Fire.
En el noroeste de California, el incendio denominado August Complex Fire, que se inició en agosto con una serie de rayos en los bosques de Mendocino, se convirtió oficialmente en el más grande de la historia en este estado, con más de 302 mil hectáreas quemadas.
Más de 200 mil hectáreas se quemaron en el estado de Washington, según el gobernador Jay Inslee.