La cantidad de casos confirmados de COVID-19 en Estados Unidos sobrepasó los 7 millones este jueves, lo que representa más del 20 por ciento del total mundial.
Esta cifra se registra días después de que el país estadunidense superara las 200 mil muertes por COVID-19, la cifra más alta en el mundo. Cada día, más de 700 personas mueren en Estados Unidos por COVID-19.
El estado de California lidera con más de 800 mil casos en total, seguido de Texas, Florida y Nueva York. Todos los estados del medio oeste, excepto Ohio, documentaron más casos en las últimas cuatro semanas en comparación con las cuatro semanas anteriores, encabezados por Dakota del Sur y Dakota del Norte. Dakota del Sur tuvo el mayor aumento porcentual con un 166 por ciento con 8.129 casos nuevos, mientras que los casos nuevos de Dakota del Norte se duplicaron a 8 mil 752 en comparación con 4 mil 243 durante el mismo período de agosto.
Los casos positivos aumentaron en la mitad de los 50 estados de EE. UU. Este mes. Diez estados han informado de un aumento récord de un día en los casos de COVID-19 en septiembre.
Muchos casos en esos dos estados se han relacionado con el rally anual de motocicletas en Sturgis, Dakota del Sur, que atrae anualmente a cientos de miles de visitantes.
Los nuevos casos aumentaron la semana pasada después de caer durante ocho semanas consecutivas. Expertos en salud precisaron que este aumento de casos se debió a la reapertura de escuelas y universidades, así como a las fiestas durante el reciente feriado del Día del Trabajo.
Los casos confirmados en Estados Unidos son los más altos del mundo, seguidos de India con 5,7 millones de casos y Brasil con 4,6 millones.
El estado de Nueva York, que pasó de ser epicentro de la pandemia en Estados Unidos a tener una de las tasas de transmisión más bajas del país, revisará las potenciales vacunas que apruebe la Administración de Donald Trump por temor a una “politización” del proceso, anunció este jueves el gobernador Andrew Cuomo.
El gobernador demócrata dijo que va a crear un equipo médico independiente encabezado por el Departamento de Salud estatal para “revisar” la efectividad y seguridad de las vacunas que apruebe la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, en inglés), ya que, declaró, no tiene “confianza” en la “opinión del gobierno federal”.
“La forma en que el gobierno federal gestiona la vacuna genera cuestiones serias sobre si el proceso se ha politizado. (…) El 54 por ciento de los neoyorquinos dice que no se pondría la vacuna y ahora el presidente está en una disputa con la FDA, que quería hacer más riguroso” el proceso de aprobación, sostuvo Cuomo.
En rueda de prensa, se mostró preocupado por las declaraciones de Trump, quien dijo que la Casa Blanca “podría o no” aprobar unas normas nuevas de la FDA ideadas para endurecer el proceso de aprobación de una vacuna porque, afirmó, “suenan a movimiento político”.
Indicó que “Nueva York hará su propia revisión cuando el gobierno federal acabe la suya y diga que (la vacuna) es segura. Si la vacuna es segura, habrá que decidir cómo implementarla teniendo en cuenta que serían dos dosis y somos 19.5 millones de neoyorquinos. Eso son 40 millones de dosis que se tienen que almacenar” adecuadamente, explicó.
El objetivo del gobernador es “tener el mejor programa de vacunación de Estados Unidos”, ya que en su opinión la gestión de la pandemia en Nueva York es un “modelo para el país”, y en última instancia ser “el primer estado libre de COVID-19”.
Fuente: Reuters y EFE