El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que la humanidad atraviesa un momento critico por la pandemia provocada por COVID-19, un punto de inflexión para conocer hacia donde se orientará la humanidad tras la emergencia sanitaria que tardará aún un buen tiempo en ser superada.
“Alguien decía: vamos a regresar a la normalidad, pero la verdad es que no queremos regresar a ningún lado, sí queremos tener actividades habituales, muchos cambios y, sobre todo, un nuevo enfoque, una nueva vida”, destacó durante su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el marco de la Cumbre de Biodiversidad.
El canciller dijo que la biodiversidad es uno de las principales preocupaciones que se deben tener, ya que es necesario cuestionarse si se deben continuar con las tendencias que se han seguido o hacia donde quiere ir la humanidad.
En este sentido, señaló que México ha dado pasos para cuidar la biodiversidad del planeta tal como “prohibir, limitar, totalmente prohibido, los cultivos transgénicos, o también se ha prohibido el fracking, famoso, porque puestos a elegir entre biodiversidad y aparentes avances de corto plazo en términos económicos, pensamos que habría que ir más a pensar en el plazo más largo, en la biodiversidad, mantenerla, protegerla”.
Además, puntualizó que en el país se ha promovido una economía oceánica sustentable, para ver a estos recursos de manera distinta.
“Tiene muchos asegunes que un país como el nuestro, como México, que tiene 52 millones de personas en pobreza, plantee o se proponga defender la biodiversidad y trazar una ruta hacia el futuro inmediato distinta, como ya dije, a la normalidad de la que venimos, que en realidad es una anormalidad, anormalidad en términos de la biodiversidad y el equilibrio ecológico en el planeta”, explicó.
Por ello, afirmó que México está totalmente comprometido con la causa y lo ha demostrado con sus medidas, decisiones y políticas; de esta manera, aseguró falta mucho por hacer, pero se están tomando las medidas necesarias para proteger la biodiversidad del planeta.
Fuente: La Razón