La llama olímpica se exhibe en Tokio, a pocos pasos del nuevo Estadio Nacional, donde se suponía que debía arder hace un mes.
La llama llegó a Japón desde Grecia en marzo y se ha ocultado en gran medida en Tokio desde que los Juegos Olímpicos se pospusieron hasta el próximo año debido a la pandemia de COVID-19.
La llama fue presentada este lunes en una pequeña ceremonia con Yoshiro Mori, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio, y Yasuhiro Yamashita, presidente del Comité Olímpico Japonés.
“En esta situación durante el COVID-19, creo que los atletas que aspiran a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos están entrenando duro todos los días, con gran ansiedad”, dijo Yamashita, ex medallista de oro olímpico en judo, hablando en japonés. «Estoy convencido de que la antorcha que se exhibe hoy apoyará los corazones de esos atletas».
Mori agregó: «Espero que esta llama sea transmitida por unos 10 mil portadores de la antorcha el próximo año, y que el caldero se encienda para que el evento sea un gran éxito».
La llama estará en exhibición a partir del martes en el nuevo Museo Olímpico de Japón durante al menos los próximos dos meses. Los visitantes solo pueden ingresar al museo, que se encuentra al otro lado de la calle del nuevo estadio, con una reserva.
La revelación de la llama se produce pocos días después de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunciara sus planes de dimisión.
Abe estuvo presente en 2013 en Buenos Aires cuando el COI eligió a Tokio, y fue el punto culminante de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro cuando apareció como el personaje del juego de Nintendo, Super Mario.
El destino de los Juegos Olímpicos de Tokio sigue siendo incierto. Los organizadores y el Comité Olímpico Internacional dicen que iniciarán el 23 de julio de 2021. Pero no han revelado ningún detalle sobre cómo 15 mil 400 atletas olímpicos y paralímpicos estarán seguros en Tokio.
Miles de otros miembros del personal, funcionarios técnicos y medios de comunicación también necesitarían ingresar a Japón. El COI dice que quiere fanáticos en los eventos, pero no ha explicado cómo sucederá, o si se permitirán aficionados no japoneses.
Es poco probable que los organizadores comiencen a proporcionar detalles hasta el otoño o el próximo año a medida que el impacto de la pandemia de COVID-19 en las perspectivas olímpicas se vuelva más claro.
Una encuesta realizada este mes a casi 13 mil empresas japonesas mostró que el 53.6 por ciento quiere que los juegos se cancelen o se pospongan nuevamente. El COI ha dicho que si los Juegos Olímpicos no pueden realizarse en 2021, serán cancelados. No pueden posponerse de nuevo.
Una encuesta realizada en julio encontró que dos tercios del público también están a favor de otro aplazamiento o cancelación.
Los organizadores de Tokio dicen que están gastando oficialmente 12 mil 600 millones de dólares para celebrar los Juegos Olímpicos, aunque una junta de auditoría nacional dice que es el doble.
Además, las estimaciones locales dicen que la factura por la demora podría agregar varios miles de millones más. Los organizadores y el COI aún no han proporcionado un desglose detallado de los nuevos costos.
Fuente: El Financiero