Desde las 7 de la mañana la gente se comenzó a reunir en camellones, esquinas, puestos de comida o restaurantes que estaban alrededor de las sedes del examen, mientras los aspirantes ingresaron en fila india y bajo protecciones como cubrebocas y caretas.
Los padres de familia aprovecharon el momento para platicar, desayunar y pasear. Algunos sí portaron su cubrebocas en todo momento, pero otros lo hicieron a un lado para conversar con quienes se encontraban en el lugar y para consumir alimentos.
La ruptura de la sana distancia fue más evidente por la tarde, luego de que pasaron las tres horas que duraba la aplicación del examen, ya que las familias se concentraban en distintos puntos para recibir a sus hijos entre aplausos.
Esa fue la dinámica que se vivió en la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional, donde las autoridades educativas en vano intentaron dispersar el tumulto de gente que estaba en la zona.
Elementos de seguridad pública también apelaron a la conciencia de los familiares de los aspirantes; sin embargo, sus llamados con altavoz quedaron en letra muerta y no pudieron hacer mucho para controlar la situación.
Fue así como quedaron en el olvido los más de 500 mil contagios de coronavirus que se han registrado en el país y las 55 muertes que han ocurrido por este virus.
La prueba Comipems se aplicará el día de hoy, mañana y el próximo fin de semana. En esta ocasión se dividió a los aspirantes en cuatro días para evitar contagios de Covid-19, además de que se practican diversas medidas sanitarias para proteger a los aspirantes.