Manifestantes y la policía en Portland chocaron antes del amanecer este sábado después de que unas 200 personas marcharon a una comisaría en otra noche más de violencia en la ciudad más grande de Oregon.
Los manifestantes arrojaron botellas y piedras a los agentes, y apuntaron láseres hacia ellos, dañando vehículos policiales y provocando lesiones menores a varios agentes, informó en un comunicado la policía de Portland.
Un manifestante recibió atención médica en el lugar después de lanzar rocas a oficiales y recibir un disparo con lo que la policía calificó de una “bala no letal con punta de esponja”, según el comunicado.
Fue una de las nueve personas arrestadas. Tres fueron acusadas de atacar a un policía.
Muchos de los manifestantes usaban cascos, protección ocular, máscaras de gas y armadura corporal, y algunos portaban escudos de madera caseros, informó la policía.
CIUDAD ‘REBELDE’
Las manifestaciones violentas se suceden desde más de dos meses en Portland tras la muerte de George Floyd en Minneapolis mientras estaba en manos de la policía.
La manifestación del viernes, que se extendió hasta la mañana del sábado, sucedió un día después de que los manifestantes en Portland chocaran con agentes federales afuera del edificio del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
La noche del jueves y antes del amanecer del viernes, integrantes de un grupo de unas 100 personas hicieron pintas en el edificio, lanzaron rocas y botellas a agentes, y les apuntaron con rayos láseres, informó la policía.
Los agentes rociaron gas lacrimógeno o humo y utilizaron municiones para controlar muchedumbres para intentar dispersar a los reunidos. Tres personas fueron arrestadas.
El mismo viernes, una serie de edificios federales en la ciudad fueron cerrados mientras el FBI investigaba una amenaza de bomba.