En un diálogo virtual de alto nivel organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), autoridades agrícolas de México, Estados Unidos y Canadá destacaron cómo el comercio intrarregional contribuye a sortear desafíos impuestos por la pandemia de Covid-19 y cómo el acuerdo comercial entre las tres naciones, conocido como T-MEC, ayudará a robustecer esfuerzos de recuperación económica tras la crisis sanitaria.
En diálogo con Manuel Otero, Director General del IICA, Frédéric Seppey, viceministro adjunto del Departamento de Servicios de Mercado e Industria del Ministerio de Agricultura y Agroalimentación de Canadá (AAFC); Ken Isley, administrador del Servicio Agrícola Exterior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA-FAS); y Miguel García-Winder, subsecretario de Agricultura de México, expusieron sobre la influencia del T-MEC en el abastecimiento de alimentos y el papel que jugará el multilateralismo en el futuro.
“El comercio agrícola y de alimentos con México representó USD 48 mil millones y con Canadá USD 45 mil millones en 2019. Esto significa que fueron el primero y segundo destinos de nuestras exportaciones agrícolas y de alimentos durante el año”, dijo Isley.
Un punto coincidente entre los funcionarios fue que a pesar de que la pandemia ha puesto sobre la mesa nuevos desafíos, el comercio se ha mantenido apoyado en el T-MEC; siendo la agricultura un jugador protagónico.
De acuerdo con García-Winder, “el acuerdo ha permitido la integración del sector agroproductivo de los tres países con empresas que tienen subsidiarias en las otras naciones, fortaleciendo así la interrelación de la cadena agroalimentaria”.
El marco regulatorio que instauró el T-MEC ha sido una hoja de ruta en el contexto del Covid-19, al incorporar requerimientos de carácter sanitario y fitosanitario, de transparencia y de derechos laborales.
“Por primera vez incorpora aspectos que son cruciales para la agricultura, como el trabajo infantil y el trabajo forzoso. El T-MEC tendrá un rol muy importante para reducir estas problemáticas”, agregó el funcionario.
Existen desafíos que, según los especialistas, se acrecientan durante la pandemia y ponen en riesgo los avances de un acuerdo que lleva gestándose más de dos décadas.
“Hay una tentación durante la época del Covid-19 de abastecerse a sí mismos, pero debemos mantener el comercio en funcionamiento con el fin de procurar la seguridad alimentaria a nivel global, la salud y el bienestar de todas las personas. A medida que vayamos superando la pandemia, el comercio será crucial para la recuperación de nuestras economías”, expresó Seppey.
“No es solo el compromiso lo que importa en un acuerdo comercial, sino también la manera en la que empodera la colaboración entre gobiernos y entre empresas”, agregó.
Otro aspecto resaltado por Seppey, Isley y García-Winder fue la necesidad imperiosa de impulsar la innovación tecnológica en la agricultura, no solo en sus países, sino apoyando a otras naciones que abastecen al mundo de alimentos, con énfasis en América Latina y el Caribe.
Según ellos, en Canadá, Estados Unidos y México se han intensificado los protocolos sanitarios y fitosanitarios, lo que ha permitido aumentos en la innovación biotecnológica. En su criterio, contar con normas de avanzada en este campo podría inspirar a los demás países a adoptarlas.
Los conversatorios de alto nivel que el Director General del IICA ha sostenido con figuras como el Premio Mundial a la Alimentación 2020, Rattan Lal; y el Premio Nobel de Economía 2019, Michael Kremer, así como las constantes comunicaciones que mantiene el Instituto con ministros de otros países del hemisferio, fueron mecanismos de innovación que se resaltaron en la conversación virtual.
“Creo que la respuesta del IICA ante Covid-19 ha sido de mucha importancia para la región y un excelente ejemplo de coordinación de cómo manejamos estas situaciones. El IICA ofrece un espacio seguro para llevar a cabo las discusiones necesarias, transferir información y trabajar en conjunto”, manifestó Seppey.
“Tendremos que hablar de temas que no resulten cómodos, pero podemos utilizar plataformas como las que nos ofrece el IICA para discutirlos y generar soluciones”, aseguró Isley.
Un desafío al que también se hizo referencia fue el impacto de la peste porcina africana en el sector agropecuario del norte de las Américas, y cómo con mecanismos como el T-MEC, y través del IICA, los países pueden trabajar juntos para encontrar soluciones regionales y globales.
“Nuestro continente representa el futuro para la humanidad en su condición de garante de la seguridad alimentaria y nutricional”, dijo Otero.
“En América Latina y el Caribe el comercio intrarregional no es voluminoso. Ustedes como representantes de la Región Norte dan a los demás países del continente un buen ejemplo a seguir”, agregó. (https://empresaexterior.com/)