Este jueves, en el cierre de la Convención Nacional Republicana, el presidente Donald Trump aceptó la nominación de su partido para las elecciones del 3 de noviembre. El mandatario exaltó los logros de su Administración en materia económica, pese a los efectos de la pandemia, afirmó que ningún otro líder ha hecho tanto por los afroamericanos, calificó los próximos comicios como los más importantes en la historia de la nación y atacó a su rival, el demócrata Joe Biden, a quien calificó como el «destructor de la grandeza estadounidense».
Donald Trump aceptó este jueves 27 de agosto de manera oficial ser el candidato del Partido Republicano para las presidenciales del 3 noviembre, con la mirada puesta en tratar de vencer a Joe Biden.
En el discurso que ofreció al cierre de la Convención Nacional Republicana, el mandatario destacó los logros económicos de su Gobierno y atacó a su rival demócrata, a quien calificó como el «destructor de la grandeza estadounidense».
De acuerdo con lo dicho por Trump, estos serán los comicios más importantes en la historia de Estados Unidos, dado que decidirán si salvarán el llamado «Sueño americano» o si permitirán que «una agenda socialista demuela el destino».
«Con el corazón lleno de gratitud y un optimismo sin límites, acepto profundamente esta nominación para la Presidencia de Estados Unidos (…) China será dueña de nuestro país si gana Joe Biden», aseguró Trump al inicio de su pronunciamiento desde en el jardín sur de la Casa Blanca.
Una pandemia, un huracán que azotó la costa del Golfo y nuevas revueltas sociales por una de las tensiones más fuertes en la historia de Estados Unidos: el racismo, pusieron a esta convención en un escenario de especial atención, en el que el magnate intentó convencer a los votantes de que esta es una elección entre las ideas progresistas de EE. UU. y la «izquierda radical y socialista».
El vicepresidente Mike Pence dijo el miércoles que los estadounidenses no estarían seguros en «el Estados Unidos de Joe Biden” y se espera que esa línea sea seguida por Trump.
Pero los demócratas no mantuvieron silencio frente a las acusaciones, de hecho, el pronunciamiento de Pence fue respondido por su predecesor y ahora aspirante a la Presidencia: «El problema que tenemos ahora es que estamos en el Estados Unidos de Donald Trump (…) Él ve esto como un beneficio político para él, está alentando más violencia. Está echando gasolina al fuego», dijo Biden a la televisión local, palabras que también retomó en su cuenta de Twitter.
Su fórmula vicepresidencial, Kamala Harris, ofreció una contraprogramación para el discurso de Trump en horario estelar. Pronunció un discurso cerca de la Casa Blanca, en el que declaró: «Donald Trump no entiende la Presidencia. Él cree que se trata de él (…) se trata de todos nosotros. Donald Trump ha fallado en el trabajo más básico e importante de un presidente de Estados Unidos: no protegió al pueblo estadounidense, simple y llanamente», aseguró Harris.
En medio de las acusaciones contra los demócratas, Trump incluyó en su intervención un llamado a la unidad en tiempos de incertidumbre.
«El Partido Republicano avanza unido, decidido y listo para recibir a millones de demócratas, independientes y cualquiera que crea en la grandeza de Estados Unidos y el corazón recto del pueblo estadounidense (…) Este imponente espíritu estadounidense ha prevalecido sobre todos los desafíos y nos ha elevado a la cima del esfuerzo humano», dijo el mandatario.
Trump ratificará el respaldo a la Policía y todas las fuerzas de seguridad como ya lo hicieron los oradores en la noche del miércoles. Según los textos adelantados por su campaña, el jefe de Estado asegurará que propone contratar más agentes del orden, aumentar las sanciones penales por las agresiones cometidas contra oficiales, procesar los tiroteos cometidos desde vehículos como actos de terrorismo doméstico y mantener detenidos a los criminales peligrosos incluso antes del juicio.
Para el mandatario, garantizar seguridad a los estadounidenses también va de la mano con detener la inmigración irregular. Es por ello que en su discurso de aceptación planteará impedir que los inmigrantes indocumentados sean elegibles para asistencia social, atención médica y matrícula universitaria gratuita financiada por los contribuyentes.
También se referirá a la deportación obligatoria de extranjeros miembros de pandillas, desmantelar la trata de personas, prohibir a las empresas locales que reemplacen trabajadores estadounidenses por trabajadores extranjeros con menores pagos y poner fin a las llamadas ciudades santuario, “para restaurar nuestros vecindarios y proteger a nuestras familias”.
Está previsto que el aspirante a la reelección retome el anuncio hecho por su vicepresidente, quien el miércoles señaló que su Gobierno está “en camino para tener la primera vacuna del mundo contra el coronavirus, segura y efectiva, para finales de este año”.
Asimismo, se espera que el magnate se refiera a un regreso a la normalidad en 2021 y la fabricación en suelo estadounidense de medicamentos, equipos y suministros para los trabajadores de la salud.
Esta emergencia sanitaria que ha acarreado profundas consecuencias económicas ha sido precisamente el punto de quiebre para lo que se vislumbraba como una segura reelección de Trump, pero que ahora parece más incierta.
Según las proyecciones, el gobernante está alrededor de 8 puntos porcentuales por debajo de Biden en los sondeos de intención de voto
El discurso del republicano se produce justo cuando su país sobrepasa la barrera de las 180.000 muertes por el Covid-19, cifra más alta que cualquier otra nación, y la mayor cantidad de contagios, acercándose a los 5.600.000 casos, según la Universidad Johns Hopkins.
Trump resaltará su principal carta con buenos resultados antes de la aparición de la pandemia. Está programado que el presidente hable de hechos como la generación de 10 millones de empleos en diez meses, la creación de un millón de nuevas pequeñas empresas y la reducción de impuestos para aumentar el salario neto de los trabajadores.
Además, de la promulgación de acuerdos de comercio que según su administración son más justos con los estadounidenses y les favorece en la creación de nuevos puestos de trabajo.
Aún así no será fácil convencer a todo el electorado por la coyuntura actual. La semana pasada, otro millón de estadounidenses solicitaron beneficios por desempleo, de acuerdo con cifras publicadas en las últimas horas por el Departamento de Trabajo. Una muestra de que el coronavirus sigue amenazando al mercado laboral.
Asimismo, la economía de EE. UU. se contrajo a una tasa anual alarmante del 31,7% durante el trimestre abril-junio. Fue la caída trimestral más pronunciada registrada en la historia.
Se esperaban manifestaciones este jueves en la noche en Washington y una marcha el viernes. Está previsto que las nuevas cercas instaladas a lo largo del perímetro de la Casa Blanca mantengan a raya a los manifestantes, pero es probable que sus gritos se escuchen en el jardín sur, desde donde hablará Trump, y posiblemente por los millones de personas que observarán el evento desde sus casas.
Fuente: AP y Reuters