El gobierno de Estados Unidos cerró este viernes carriles en algunos puertos de entrada de la frontera de Texas con México, en un intento por limitar los viajes no esenciales para contener la propagación del coronavirus.
Además, instalará más controles de vigilancia, detalló un funcionario de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Los viajes no esenciales se han restringido en la frontera durante varios meses, pero se han aplicado principalmente a ciudadanos mexicanos.
Las nuevas medidas parecen estar dirigidas a ciudadanos estadounidenses y residentes legales que viven en México.
«La gran mayoría de los viajes transfronterizos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales (…) no se consideran esenciales», dijo el portavoz de la CBP en El Paso, Texas, Roger Maier.
Apenas el 10 de agosto, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aseguró que por el incremento de casos por COVID-19 en los estados del sur de Estados Unidos y el norte de México, se consideraba necesario prolongar el cierre de fronteras del 21 de julio al 21 de agosto.
“Los estados del sur, California, Arizona, nuevo México y Texas están en incremento y nuestra perspectiva y de la Secretaría de Salud es que no es prudente ahorita hacer un apertura, porque lo que vamos a provocar es un impacto hacia un rebrote; por lo tanto exploramos con las autoridades locales y estatales que se prolongue la restricción a viajes no esenciales del 21 de julio hasta el mes de agosto”, dijo en su momento.
Fuente: La Razón